La confesión de Julieta Ortega
La actriz dialogó con “Clarín” sobre qué le dijo a Mariano Martínez al surgir el rumor de que ella lo había acosado.
“Tuve muchas escenas difíciles de hacer. Agradezco la complicidad que pude lograr con (Luis) Pipo Luque, porque si no tenés eso no tenés nada. Y yo he trabajado con actores que me la hicieron más difícil. Cuando vos no te entendés con un compañero, todo se hace cuesta arriba. Sobre todo cuando tenés que avanzar tanto sobre el cuerpo del otro”.
De esta forma Julieta Ortega habló de las fuertes escenas que grabó junto al actor de Un gallo para Esculapio.
Pero aunque en este caso se refirió a Luque, rápidamente la frase de la actriz se relaciona con lo sucedido con Mariano Martínez meses atrás, cuando él denunció haber sufrido acoso y maltrato laboral de parte de una ex compañera de trabajo.
“Un día ella me tenía que pegar en una escena, me pegó mucho más y me dejó casi sordo, perdí un 30% de audición en un oído”, contó el actor, que aseguró que esa actitud de su compañera se debía a cierta tensión amorosa de ella hacia él.
Las declaraciones generaron debate y surgió el nombre de Julieta, quien trabajó con Mariano en la tira 22, el loco, en 2001. La versión quedó instalada cuando apareció un video de una fuerte escena que ambos protagonizaron en aquella ficción.
Tiempo después, analizando lo sucedido y con las cosas más claras, Julieta aceptó reconstruir en detalle lo sucedido, en diálogo con Clarín.
Así reveló que tuvo una charla con el actor. “Lo llamé a él, que me parece que es lo que corresponde en esos casos. Yo no pensaba alimentar ese fuego, la verdad. Me parecía penoso todo. Entonces conseguí su número, le escribí y después tuvimos una con- versación en privado -dice Ortega-. Lo resolví así. Es algo que en principio es difícil recordar con exactitud porque pasó hace 17 años. Pero lo que sea que haya quedado en su recuerdo sobre alguna situación puntual lo tenía que hablar con él y así lo hice. Después no me iba a prestar a ningún tipo de situación mediática, porque me parece que iba a distraer las cosas que me importan hablar”.
Después, Julieta y Mariano llegaron a un acuerdo. “Terminamos la charla en re buenos términos. Los dos entendimos que en cuanto se diera la oportunidad íbamos a aclarar por separado que él no estaba hablando de mí. Eso de su lado no sucedió. Y yo no le seguí insistiendo porque, como dije antes, no es un amigo, y yo no puedo obligar a nadie a hacer nada. Así que dejé ahí el tema”. ■