¿Será la “Argentina devorada” simplemente una Argentina infantil?
Mucha gente que gusta jugarla de madura valora las opiniones de algunos analistas y, sobre todo, las de algunos economistas. Cuando hablan de patria vandalizada, insegura, y sobre todo, comida. Por caso el economista José Luis Espert, que menciona una “Argentina devorada”.
Vemos en esa definición una idea de la necesidad de racionalidad en nuestro comportamiento, de controlar lo que los argentinos denominamos “Pasión”, que es algo que anima nuestras almas, a la hora de realizar emprendimientos.
Creemos que es nuestra torpeza, no sin mucha sinrazón, lo que nos hace fracasar como país. Pero... ¿no será más bien un signo de inmadurez?
Por lo que cabe preguntarse si más bien no es más un indicador de que nuestro país, cuando el sentido común indica la falta de educación, es porque nos comportamos muchos argentinos de un modo infantil. O sea, que por ser una Nación joven simplemente nos comportamos, en nuestros deseos y acciones, como simples niños.
Y al actuar como niños nos fija- mos en los juguetes, en las diversiones y no en aquello que nos hace vivir. Eso nos hace faranduleros, cholulos, chusmas y, más que nada, buscadores de diversiones. Pero es en lo “aburrido”, en el mundo del trabajo, que encontraremos la racionalidad que nos haga adultos.
A los chicos, a muchos chicos, cuando empiezan a limpiar, lavar los platos, cortar el pasto, al principio les resulta aburrido y tedioso. Pero... ¡atención! Cuando ven el producto de su trabajo, y ven el cuarto ordenado, la vajilla limpia o el jardín armónico, comienzan a sentir la satisfacción de lo que ellos mismos han logrado.
Es eso lo que como argentinos debemos ver. Ver los logros de nuestras obras, lo que podemos ver, una nueva construcción, una nueva institución, un nuevo amarre social, algo que nos mejore, para que podamos ver que la obra que realizamos mejora nuestra calidad de vida.
Para así comprender que nuestro trabajo vale y, de una vez, podamos madurar como individuos y, también, como Estado-Nación.