“Chile se ha salido otra vez con la suya”

Chile ha conseguido que la Corte de La Haya convalide la toma, por la fuerza, de la por- ción de territorio sobre el Pacífico correspondiente a Bolivia, mediante una guerra añeja y dolorosa que concluyó con el encierro perpetuo de nuestro vecino.

A los chilenos les sobran kilómetros sobre el Pacífico. A Bolivia, nada. Ni siquiera tienen la grandeza de entregar una pequeña soberanía, sobre una delgada línea, lo suficientemente ancha como para hacer una autopista, un puerto y una pequeña ciudad portuaria.

En su momento, San Martín hizo correr sangre criolla, aliado con patriotas chilenos, para liberar ese país, y luego el nuestro. Después de más de 150 años, los chilenos han cambiado. Basta recordar los episodios de Laguna del Desierto, los conflictos con sus propios aborígenes y sobre todo el vínculo estratégico, nunca aceptado oficialmente, con Inglaterra.

Pero puede que no todo esté perdido. Así como Paraguay transita libremente por los ríos comunes y tiene su salida al mar, un vínculo con Bolivia mediante ferrocarriles le posibilitaría acercar sus productos a los puertos de Uruguay o Argentina.

Un buen tratado de ayuda mutua entre estos cuatro países equilibraría de buena manera el tamaño y el volumen de Brasil, a los ojos del mundo entero.