La primera fractura de su carrera
Sufrió la rotura del radio de su brazo derecho tras una caída fortuita. Se perderá varios partidos importantes: contra Inter por Champions y ante Real Madrid por la Liga, los próximos.
Tras una fricción con el argentino Franco Vázquez, del Sevilla, cayó sobre su brazo derecho y se quebró el radio. No podrá jugar por un mes y no estará contra el Real Madrid.
La imagen resultó impactante. Recorrió el mundo. Iban 16 minutos del primer tiempo, Lionel Messi ya había dado la asistencia para el primer gol del Barcelona ante Sevilla y había marcado el segundo tanto con una gran definición. El gigante catalán ganaba 2-0 y todo se parecía a la antesala del paraíso. Pero no. De repente el escenario cambió: Messi cayó mal tras un forcejeo con Franco Vázquez y su brazo derecho se llevó la peor parte. Se fracturó.
El diagnóstico preliminar indicaba que el crack rosarino había sufrido una hiperextensión. Poco después, ya en la noche catalana, el Barcelona informó que Messi sufrió una fractura de radio en el brazo derecho y estará inactivo durante tres sema- nas. También, según informó Radio Catalunya, tiene un desgarro parcial del ligamento colateral interno del codo derecho.
Tras la lesión a Messi lo trasladaron al centro médico Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí para realizarle estudios. En breve, se conocieron los detalles.
Para el Barcelona se trata de una preocupación grande también desde lo deportivo: el miércoles, el equipo culé se enfrentará al Inter por la Champions League y el domingo afrontará el clásico con Real Madrid en el Camp Nou. También se perderá otros cuatro partidos del Barcelona y la Fecha FIFA con la Selección (respecto de la cual había trascendido una mínima posibilidad de que estuviera). Su regreso, se estima, sucederá el 24 de noviembre frente al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano.
La jugada: fue una disputa con Franco Vázquez - El Mudo, reciente convocado al seleccionado nacional de Lionel Scaloni-, Messi trastabilló y cayó sobre su brazo derecho. La repetición de la imagen asombra: el brazo de Messi parecía un elástico. Su cara contaba un dolor enorme. También sus gritos resultaban un retrato del padecimiento. Fue la décimocuarta vez que se retiró lesionado participando de un partido.
El Diez empezó a dar vueltas por el piso a consecuencia el dolor. Y enseguida todos en el Camp Nou se dieron cuenta de que algo no andaba bien. Rápidamente ingresaron al campo de juego los médicos del plantel. Cuando parecía que lo iban a llevar derecho al vestuario, el futbolista se sentó a un lado de la cancha y pidió que lo vendaran. Quería seguir...
Luego, mientras le cubrían el brazo derecho con una venda blanca, Messi se movía como para volver al campo de juego. Pero el dolor fue más fuerte. Lo venció. Finalmente el capitán del Barcelona desistió y se fue para el banco. Su partido había terminado. En su lugar ingresó el francés Ousmane Dembelé.
Messi se sentó entre los suplentes, pero estuvo apenas durante unos minutos, se lo notó mareado y después se fue al vestuario acompañado por los médicos del club. Ahora, claro, el brazo derecho de Messi preocupa a todos en Barcelona. Ayer, con un poco más de un cuarto de hora, le alcanzó para encaminar el partido ante Sevilla, que terminó 4-2 y que trasladó a los blaugranas a lo más alto de la tabla, con 18 puntos en 9 fechas, uno más que el asombroso Alavés. Dato añadido: fue el partido número 41 sin perder como local por la Liga. Una cifra que no alcanzaba desde 1993.
Sucederá un detalle que marca -de algún modo o de varios- el final de una era: por primera vez desde 2007, el Superclásico de España -el duelo más universal que el fútbol ofreceno contará con ninguno de los dos supercracks de este última década, Messi y Cristiano Ronaldo (ahora en la Juventus), los dueños de los últimos diez Balones de Oro. ■