Inquilinos apoyan, inmobiliarias se quejan y la duda: qué harán los dueños
Desde el sector de inquilinos, sin una representación orgánica, en los últimos tiempos se vino escuchando la posición de Gervasio Muñoz, quien aparece como referente del sector. Días atrás expresó que la ley hará bajar los costos de los alquileres, tomando como referencia que este año los salarios (que pesarán la mitad en el cálculo de indexación) perdieron claramente contra la inflación. Habrá que ver qué opina si este fenómeno se revierte. También se expresó a favor de la prolongación de los contratos, porque baja el costo de las renovaciones y los ajustes propios de los nuevos contratos.
En el sector inmobiliario opinan muy diferente: Soledad Balayan, de Maure Inmobiliaria, señaló: La idea de que los contratos se extiendan por un mínimo de 3 años es gravísima. En los lugares que funciona de esta manera es porque hay previsibilidad económica y una seguridad jurídica eficiente, acá no. En un país donde la inflación es una variable permanente, prolongar el plazo del contrato y limitar su actualización definitivamente desalienta la incorporación al mercado de inmuebles para renta. Los alquileres no ajustan solo por inflación sino por el comportamiento entre la oferta y la demanda. Por lo tanto, no es aconsejable ningún tipo de regulación sobre los precios ni sobre los ajustes.
Hugo Paz, de Metropolitan Home, hizo foco en la seguridad jurídica: “Estas reglamentaciones estarían de más si la Justicia actuara rápidamente cuando debe producir un desalojo. Si el propietario estuviera tranquilo con eso, reclamaría menos garantías reales. Pero el problema principal que le quita fluidez al mercado es que para desalojar a un moroso se puede tardar más de un año”.w