El complejo proceso para reconocer los cuerpos
Fueron 649 los soldados argentinos que murieron en la Guerra de Malvinas en 1982. Sin embargo, y durante años, 121 cuerpos enterrados en el cementerio de Darwin no habían sido identificados. Los nombres y apellidos de los “Soldados Argentinos solo conocidos por Dios” se mantuvieron así durante 35 años. Desde hace unos meses, luego de un duro trabajo científico, sus historias comienzan a saberse.
Gracias al acuerdo entre los gobiernos de Argentina y el Reino Unido en diciembre de 2016, se encomendó a la Cruz Roja Internacional la tarea de la identificación de 121 tumbas en el Cementerio de Darwin. El Plan Humanitario se inició con entrevistas a los familiares interesados, que debieron dar su consentimiento y aportar su correspondiente muestra de ADN.
Tras un análisis realizado en una morgue equipada con alta tecnología, instalada en las islas, cada uno de los cuerpos exhumados y colocados en un nuevo féretro. Luego los sepultaron en su tumba original, el mismo día de su exhumación. El Equipo Argentino de Antropología Forense recibió luego las muestras remitidas por la Cruz Roja y realizó los análisis genéticos, de manera tal de concluir con los informes de identificación. En paralelo, otros dos laboratorios en Reino Unido y España se encargaron del control y el aseguramiento de la calidad del análisis de ADN.
El 1° de diciembre, en la ciudad de Ginebra, la Cruz Roja entregó al Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj y a la delegación del Reino Unido, los informes forenses resultantes de la identificación de los primeros 89 soldados. Días más tarde se comunicaron con las familias para anunciarles que todos esos caídos en las islas volvían a recuperar su nombre y apellido. En la actualidad ya son 101 los héroes localizados y esperan tener para marzo a todos reconocidos.
“Queremos inspirar a las familias que no han querido dar el ADN para que podamos dar la identificación y también puedan viajar a honrarlos como corresponde”, dijo Avruj en una entrevista y afirmó que todo este proceso es una deuda pendiente del Estado: “Luego queremos armar un cronograma para que las familias puedan viajar a Malvinas”. ■