Una asistencia y un golazo en apenas 16 minutos
Estaba encendido Leo. Habilitó a Philippe Coutinho en el primer gol y metió el segundo a su estilo.
En apenas 16 minutos Lionel Messi eclipsó un partido. Fue el dueño de todas las miradas. Porque le alcanzó ese corto lapso para mostrar su repertorio, con una excelente asistencia a Philippe Coutinho para el 1-0 y una definición perfecta, bien de Leo para el 2-0: arranque por derecha y zurdazo inapelable abajo.
Todo fue de Messi en ese comienzo electrizante, el fútbol y el dramatismo. Porque un minuto más tarde de su perla, de su festejo y de empezar a llevar de la mano a Barcelona otra vez a la cima de la Liga española, se hizo un silencio sepulcral en el Camp Nou. Esa caída que alarmó a todos.
Antes de esa escena, Barcelona había jugado un primer cuarto de hora sensacional y lograba sacar ventaja en un partido duro ante el Sevilla del Mudo Vázquez y Ever Banega. Con el poder de fuego de su ataque y con el aporte siempre puntual del arquero Ter Stegen, el equipo de Valverde volvió a mostrar lo mejor de su rendimiento en un partido clave, justo antes del clásico contra el Real Madrid que se jugará el próximo domingo en el Santiago Bernabéu.
De yapa, Luis Suárez se sacó la mufa y volvió al gol tras 570 minutos, con un penal que el propio uruguayo generó. El descuento de Pablo Saravia a diez minutos del final fue el premio consuelo para un equipo que supo jugar de igual a igual en el Camp Nou y tuvo un par de chances de acortar más el marcador. Allí chocó con Ter Stegen. Luego llegaron los goles de Rakitic para el Barça y la respuesta de Luis Munir para cerrar el 4-2.
Con esta victoria el Barcelona salta a la cima junto con el sorprendente Alavés, que el viernes le había ganado 1-0 al Celta de Vigo como visitante. Y espera a un Real Madrid en crisis. ■