Una popstar latina que arrasa
Especial para Clarín
En la era digital no todo es virtual, el encuentro sigue teniendo sentido y la cercanía no se mide en kilómetros. El sábado a la noche, en el DirecTV Arena, Camila Cabello selló la relación con sus seguidores argentinos cantando y bailando. Pero sobre todo, charlando. En una velada a puro pop, más de 10.000 niñas, adolescentes y padres acompañantes gritaron al ritmo de la cantante (cubano-estadounidense) del momento. Con una destacada actuación, Lali Espósito fue la elegida como la exponente local más popular del género para abrir una noche de mujeres al frente.
“Si estoy soñando, por favor no me despierten”, suplicó humildemente la protagonista de la noche en el video de introducción al show. Y encaró el escenario entonando Never Be The Same, el tema que da nombre a esta gira. Los camilizers, como se autodenominan sus fans tienen su hábitat natural en las redes sociales, pero también demuestran su amor co- mo en los viejos tiempos y decenas de ellos fueron a buscar a su ídola a Ezeiza. “Son los mejores fans del mundo, me siento tan afortunada. ¿Les puedo cantar una canción de amor?”, expresó la artista y empezó a sonar Can’t help falling in love, el clásico de Elvis, a capella.
Más charla con su gente: “Recién había salido mi disco cuando vine a la Argentina y pensaba que iba a haber una sola persona cantando mis canciones en el público: mi mamá... Cuando subí al escenario me hicieron sentir tan amada y tan especial. Por eso esto es Camilizerlandia”, confesó con sincera emoción.
El constante agradecimiento y cariño provocó una respuesta recíproca desde la audiencia al escenario. Tras jugar con los gritos de uno y otro lado del estadio, decidió profundizar sobre su relación e ir más allá: “Me importan mucho sus vidas”.
“Scar Tissue la escribí tras el peor momento de mi vida, que me enseñó algo importante. Todos experimentamos malos momentos. Cuando tratás de ignorarlos, te hieren más. Está bien permitirte sentir el dolor y vivirlo. Es una buena oportunidad de tratarte mejor, con paciencia y cariño. Si nos tratáramos a nosotros mismos como a nuestros mejores amigos, seriamos más felices. Quiero que me prometan que se van a tratar bien a sí mismos”, fue la lección del día coronada por un abrazo genuino entre dos amigas de la platea.
Poco duraron las lágrimas, cuando a los minutos ya el estadio entero se encontraba bailando y alzando carteles para sorprender a Camila. Delfina, Valentina, Luciana y Pablo fueron los camilizers de la velada al ser elegidos para subir al escenario en Real friends.
Sin embargo, el preferido de la noche fue otro admirador que llamó la atención de la cantante con -valga la redundancia- otro cartel: “Hola, amor de mi vida, tu música me ayudó a confesarles a mis padres que soy gay”, leyó Cabello desde el escenario y se quedó estupefacta.
No todo fue emoción el sábado y los casi 90 minutos de espectáculo culminaron con el hit que cuenta con un billón de reproducciones en YouTube, Havana. La fiesta llegó a su clímax familiar para el final y el estadio se retiró bailando al ritmo de una salsa cubana moderna.