La increíble historia del actor que es la revelación española
A los 22 años, ya ganó un Goya. Fue “Río” en “La casa de papel”. Y ahora se luce en “Élite”, otra serie de Netflix.
Miguel Herrán tiene mucho de sus personajes: es muy de decir lo que piensa, y es muy de pensar lo que siente: “Mi madre es un claro ejemplo de lo que puedes conseguir cuando no tiras la toalla con un hijo problemático. Yo he sido muy cabrón, he sido un hijo de mierda (...) Pero ella siempre ha confiado en que había al- go bueno dentro de mí”, le confió el actor español a la revista Esquire.
Con 22 años, suele aprovechar las notas para hablar de su pasado “no muy feliz”. Nacido en Málaga en el '96, fue criado por su mamá, rodeado por algunas carencias. Y dice que “de niño y de más grande también me ha gustado mucho andar por calle”. En eso estaba una madrugada madrileña del 2015 -creció en la capital española-, cuando él y su grupo de amigos se cruzaron con el actor Daniel Guzmán. Le pidieron permiso para sacarse una foto y, luego de un diálogo, Guzmán le preguntó a Herrán si no se atrevía a presentarse a un casting, ya que estaba buscando a jóve- nes desconocidos por el público para su primer largometraje.
Cuenta el anecdotario que Herrán primero sonrió por la “humorada”, luego se presentó, lo eligieron, fue el protagonista de la película A cambio de nada, y en 2016 ganó el premio Goya a la revelación. Al año siguiente de ese salto a la fama se convirtió en “Río”, el nombre de su personaje en la serie La casa de papel.
Después del furor generado por La casa de papel Netflix lo eligió para protagonizar Élite. Estrenada este mes (el 5 de octubre), la serie cuenta cómo es la inserción de tres chicos de familias humildes en un colegio para alumnos de clase alta. A él le tocó ha- cer de Christian, un muchacho tan pobre como carismático, que se atreve a todo, aún lo poco recomendable.
Para saber más de él, basta con mirar su cuenta de Instagram ( miguel.g.herran) y, de paso, aumentarle la cifra de seguidores, que, tanto como su vida, cambió de un día para el otro: ya tiene más de 3.500.000. ■