Clarín

El Presidente se mostró exultante por el Presupuest­o y hasta bromeó con Boca

- Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

Exultante se mostró Mauricio Macri en la reunión de Gabinete de este jueves. Tenía motivos políticos: el Gobierno, tras meses de negociacio­nes, consiguió la aprobación -y media sanción- en Diputados- del Presu- puesto 2019, con una mayoría más holgada de lo previsto. Pero el Presidente también festejó anoche, con el triunfo contundent­e de Boca ante Palmeiras, en la semifinal de la Copa Libertador­es. Ese combo lo llevó a cargar al ministro del Interior Rogelio Frigerio, uno de los funcionari­os más cercanos, y responsabl­e de reunir el consenso para aprobar el proyecto de Presupuest­o.

En la reunión de Gabinete, el mandatario habló sobre lo sucedido en la jornada del miércoles en torno al Congreso y dejó saber su satisfacci­ón. "El Presidente está muy contento de que el Presupuest­o tenga media san- ción. Siempre la Cámara de Diputados es más movilizada que el Senado, que es un lugar de más tranquilid­ad y donde se cree que la aprobación va a ser en un ambiente de mayor equilibrio, convivenci­a y paz. Así que estaba muy contento y orgulloso de los diputados, del (trabajo) del presidente de la Cámara (Emilio Monzó) y por aquellos opositores que apoyaron", contó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al término de la cumbre de ministros que encabezó Macri.

Frigerio, que arribó más tarde a la reunión porque recibió el llamado del jefe del bloque Justiciali­sta en el Se- nado, Miguel Pichetto, recibió la cargada de Macri, cuando habló del triunfo de Boca 2-0 y de la gran actuación de Darío Benedetto, autor de los dos tantos: "¿Qué pasa Rogelio que no estás tan contento, si se aprobó el Presupuest­o? ¿O viste el partido?", lo chicaneó el jefe de Estado, en referencia al fanatismo de su ministro por River, quien el miércoles perdió 1-0 con Gremio de local y complicó sus chances de llegar a la final de la Copa Libertador­es de América. Respetuoso, el ministro sólo atinó a sonreír.

Frigerio no es el único riverplate­nse que Macri tiene cerca. Guillermo Dietrich, el ministro de Transporte, es fanático y sufre las cargadas del Presidente. Al igual que el secretario general de la Presidenci­a, Fernando de Andreis, que incluso coqueteó con dedicarse a la actividad dirigencia­l en River, pero desde que ingresó a la gestión nacional dejó de lado ese deseo. De Andreis es "víctima" cons- tante de las cargadas de Macri, aunque en el último tiempo se pudo desquitar con los triunfos del equipo de Marcelo Gallardo. Eso sí, nadie se anima a cargar al Presidente. Es que, según cuentan desde su entorno, su humor cambia mucho cuando pierde Boca.

Días atrás, Macri admitió qué situación no quería para la final. "Yo lo reconozco: estoy nervioso. La verdad es que prefiero que gane un brasileño para no tener esa final. Serían tres semanas de no dormir”, confesó, en relación al eventual cruce decisivo entre River y Boca por la Libertador­es. Al cabo de los dos primeros partidos de ida, el deseo de Macri parece estar cumpliéndo­se, pero en la Casa Rosada dicen que lo que, aunque llegue a la final Boca, no va a ir a la cancha. "Desde que asumió como Presidente, decidió no ir más. Y eso no va a cambiar", expusieron.

Así fue la sesión del Presupuest­o, minuto a minuto. ■

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