Cuadernos: se entregó uno de los testaferros de Muñoz y otros dos se arrepintieron
Carlos Cortez quedó detenido y Sergio Todisco y Elizabeth Municoy pidieron colaborar con la causa.
Cerrándose el círculo del entorno del ex secretario de Néstor Kirchner, quedó detenido ayer uno de los prófugos acusado de ser parte de la trama de lavado de activos que el juez Claudio Bonadio investiga en relación a los movimientos de dinero que realizó Daniel Muñoz. Se trata de Carlos Cortez, uno de los socios a quien se le trabó un embargo de todos sus bienes y cuentas bancarias en la Argentina y el exterior en la causa de los cuadernos de las coimas. Por su parte, Elizabeth Municoy firmó un acuerdo de colaboración con la fiscalía y aún falta homologar la declaración como "arrepentido" de Sergio Todisco.
Fue el juez Bonadio quien ordenó el fin de semana a la Policía Federal que detenga a los socios o supuestos testaferros de Carolina Pochetti (viuda de Muñoz), Sergio Todisco, Elizabeth Ortiz Municoy y dispuso la captura internacional de Carlos A. Gellert, Perla Puente Resendez y Carlos Cortez, que se encontraba en Estados Unidos y regresó este jueves al país.
Con la medida el juzgado busca recuperar unos 70 millones de dólares que Muñoz, pieza clave en la asociación ilícita descripta en los cuadernos de las coimas de Oscar Centeno, ex chofer del segundo del ministerio de Planificación Roberto Baratta, ha- bría enviado a Estados Unidos, México, Suiza y Andorra.
Las órdenes de detención las firmó Bonadio luego de que su colega Luis Rodriguez rechazara un pedido en ese sentido del fiscal Carlos Stornelli, considerando que con un embargo de 10 millones y una prohibición de salir del país contra Pochetti y sus socios era suficiente.
En este marco, Cortéz quedó detenido. Analista de sistemas de profesión, entró en una importante cadena farmacéutica en Santa Cruz para incorporar un software. Fue allí cuando empezó a tejer sus principales redes y armó un negocio con Daniel Muñoz en conjunto con Víctor Manzanares, ex contador de Cristina Kirchner.
Cuando fallece Muñoz, el ex secretario de los Kirchner, es Cortez quien empieza a manejar muchos de los negocios que heredó Pochetti dete- nida hace tres días. En medio de estas medidas, Bonadio también envió exhortos a los países donde los imputados tienen o tenían cuentas bancarias. Muñoz fue el secretario privado de los Kirchner que más bolsos con coimas recibió de Baratta, tanto en el departamento de la Recoleta como en la residencia presidencial de Olivos: al menos se contabilizaron 87 entregas por US$ 69.722.600. Desde allí estaba encargado de llevar los bolsos al Aeroparque para transportarlos en aviones oficiales o privados a Río Gallegos o El Calafate. Así, para la Justicia hay pruebas suficientes para "sospechar que la procedencia de estas millonarias sumas de dinero podría rastrearse en la actividad que, según versiones directas, llevara adelante Muñoz". Además, no se descartá que Pochetti "haya distribuido entre presuntos testaferros parte de los fondos", indicaron fuentes judiciales a Clarín. Por ello se libraron las órdenes de detención. Sergio Todisco fue el primero en arrepentirse de este círculo, y aún resta que Bonadio homologue el acuerdo. En tanto, Elizabeth Monicoy firmó un acuerdo de colaboración con la fiscalía, donde dio detalles de operaciones y deberá esperar la decisión del juez. Según documentación proveniente de EE.UU., a partir de 2013 pero principalmente entre 2015 y 2017, los bienes adquiridos por Muñóz "fueron vendidos obteniéndose una suma cercana a los US$ 73.406.300. ■