Achicar el Estado es ingrato y difícil
Los gobiernos y los economistas suelen no considerar que la única solución posible es la que surge del desarrollo económico, y desconocen la importancia de los emprendedores y sus vitales procesos de innovación que generan ese desarrollo. Después de investigar las causas que originan la situación de nuestro país, he llegado a la conclusión que la solución es muy sencilla.
En los países “en desarrollo” se penaliza a los empleadores y emprendedores con leyes que van a contramano del equilibrio que la economía requiere para su desarrollo.
El fracaso de las economías comunistas demostró que los gobiernos no crean la riqueza; ese es un atributo exclusivo de los emprendedores del sector privado, que con su afán de prosperar, crean la riqueza de las naciones. Los gobiernos pueden crear las condiciones para que el sector privado pueda desarrollarse, y entonces, son miles, cientos de miles o millones los emprendedores que hacen ricos a los países.
La Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y las vinculadas, a excepción de la industria de la cons- trucción, son las que, con el pretexto de proteger al trabajador, lo perjudican, y al país todo; sólo benefician a los abogados laboralistas.
El estatuto de la industria de la construcción, en su artículo 19, limita los reclamos a 10 días, no dando lugar a la “mafia de los juicios laborales” como ocurre con la LCT que los permite por dos años. En los países desarrollados, los trabajadores son protegidos por el Seguro de Desempleo, logrando en EE.UU. y Dinamarca un desempleo menor al 4 % y los salarios duplican y triplican los de nuestro país.
La consideración de la importancia que tienen los emprendedores en el desarrollo económico hace a la diferencia de los países. Los desarrollados ya cuentan con importantes infraestructuras, y siguen realizando más; en los subdesarrollados, las obras no se hacen y millones de personas no trabajan.
De prosperar las ideas sencillas y obvias aquí expuestas, se generará un inédito crecimiento económico que requerirá muchos más trabajadores que los disponibles, con mejores salarios, e ingresarán al mercado laboral muchos que re- ciben planes sociales; los salarios serán varias veces superiores a esos planes asistenciales.
Esto generará un gran crecimiento de la riqueza y el achicamiento relativo del Estado, sin disminuir su plantilla. La mayor actividad generará mayores ingresos fiscales, equilibrando las cuentas del Estado, con lo cuál se reducirán los impuestos y eliminará la inflación. Aumentará la cantidad de emprendimientos cien veces.
Según el Banco Mundial en 2014 en los EE.UU. los nuevos emprendimientos fueron 6.408.000, el 2% de su población; mientras en nuestro país sólo el 0,027 %. Puerto Rico, estado de los EE.UU., tiene una economía con 41.2 % de gente pobre, 36.2 % de personas que reciben planes asistenciales. ¿Cuál es la diferencia entre esa isla y los EE.UU. continentales?: leyes laborales como las nuestras. Como consecuencia en la isla habitan 3.600.000 y en el continente 4.900.00 puertorriqueños.
Según el Banco Mundial, entre 200 países, durante más de 70 años, la economía de nuestro país fue la que menos creció. ¡Lo que no dice es a qué se debe! ■