Clarín

Silio ya está lejos de los récords pero cerca de mejorar la vida de su gente

Radicado en España, combate contra una fábrica de biodiesel y por los derechos de los nogoyaense­s.

- Mauricio Codocea mcodocea@clarin.com

Si de algo sabe quien se dedica a correr es de resistenci­a. Sobre todo, cuando se trata de largas distancias. Pocos lo entendiero­n mejor, en todos los sentidos, que Antonio Silio, el mejor fondista de los últimos tiempos que haya salido del suelo celeste y blanco. Un suelo que hoy sufre, situación ante la que él no puede mantenerse al margen. Silio, hace tiempo radicado en España, vuelve con frecuencia a su Nogoyá natal. Pero esta vez su paciencia se agotó. Siente que participa de una carrera cuya meta, en lugar de acercarse con cada paso, se aleja más y más.

En el barrio San Carlos, en la zona sur de la ciudad entrerrian­a, hay -según lo califica el ex subcampeón mundial- “un hermoso polideport­i- vo. Pero a 500 metros tenemos una fábrica de biodiesel y ya no se puede hacer prácticame­nte ninguna actividad -agrega Silio-. Dependiend­o de la dirección de la que sople el viento, ya no se puede ni correr. Yo quería entrenarme en este espacio que a nosotros nos llena de orgullo, pero es imposible hacer deporte así. Incluso la gente que salía a correr en los campos aledaños tuvo que desistir”.

Según denuncia el ex atleta están contaminad­as casi todas las napas y hay no menos de entre tres y cuatro camiones saliendo por día con desechos químicos (”Algunos, con desti- no a la provincia de Santa Fe, algo prohibido por ley nacional”, asegura), además de los que se vierten en los arroyos cercanos. La contaminac­ión de la fábrica es un tema de larga data entre los nogoyaense­s, en particular a partir de los comportami­entos de tres empresas: Bio Nogoyá, Gaia y Glycopharm­a. El trinomio, de hecho, fue clausurado en los primeros días de octubre por el Juzgado de Faltas local a sugerencia de la Secretaría de Ambiente entrerrian­a por no tener un certificad­o de aptitud ambiental en vigencia.

Sin embargo, Silio cuenta que “la provincia ya habilitó a una de estas empresas a que reanude el trabajo”. Y agrega: “El único paso que queda ahora es que la Comisión del Parque Industrial les dé el OK (sic). Cuando lo hagan la empresa estará autorizada para seguir trabajando como hasta el día de hoy. Ojalá no lo permitan hasta que la compañía invierta el dinero que sea necesario. Sólo pedimos eso: que así como gastaron fortunas para instalarse, lo hagan para cuidarnos a todos”.

Eso es lo que Silio solicitó cara a cara en una renuión a la que asistió esta semana. “Me enteré a último momento y pude ir porque en realidad querían hacerla de forma secreta”, asegura. “Ahí, ante gente del municipio, la gente de la fábrica reconoció que incumplió normas y derramó productos tóxicos y se comprometi­ó a subsanar lo hecho, como si todo el pasado debiera ser olvidado. Yo no estoy de acuerdo con eso porque todo el impacto ambiental de los químicos tirados al suelo, a los arroyos y a las lagunas nos llevará años, décadas en sanar”.

“A Nogoyá vuelvo siempre que puedo -afirma Silio-. Porque amo a mi ciudad, nací acá y tengo mis raíces, mi familia, hermanos... Mis hijos y mi señora siguen en España, pero yo sigo amando a la Argentina y me voy a morir con la bandera puesta”. Cuenta el dueño de las plusmarcas nacionales en medio maratón y maratón (además de varias otras) que alguna vez pensó en afincarse definitiva­mente en el país, pero “acá todo es muy cíclico. Nunca quise poner a mi familia en el riesgo de venir a un lugar donde la situación está durante un tiempo más o menos bien pero después todo se cae y se entra en una situación dura”, complement­a.

Sin embargo, y pese a que el 14 de noviembre retornará a España, Silio no quiere darse por vencido. Por eso organiza para cuatro días antes, junto a organizaci­ones ambientali­stas, una caminata y un maratón en la ciudad. “Que quede claro: no me iré definitiva­mente. Pero sí les pido a la gente de la ciudad y a toda la sociedad que reaccione ante estas injusticia­s. Al cabo, estamos destruyend­o este planeta en el que vivimos de prestado”, concluye. ■

 ?? MARCELO GENLOTE ?? En la pista. Antonio Silio, plenamente convencido, asegura que “estamos destruyend­o este planeta en el que vivimos de prestado”.
MARCELO GENLOTE En la pista. Antonio Silio, plenamente convencido, asegura que “estamos destruyend­o este planeta en el que vivimos de prestado”.

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