La tercera edad debe ser una manera de encarar la vida, mejorándola
un ciudadano que trabajó en este país desde los 15 años, como muchos otros. Ya con mis 75 años de edad, hace tiempo me he sometido a la célebre y esperada jubilación, de la misma manera que muchos otros millones de argentinos. Ahora bien, como a través de los años la jubilación ha sido someterse a una situación de prisionero de guerra, donde tus derechos aparentemente figuran en la Constitución Nacional pero pareciera que en el diario vivir los jubilados pasamos por el bochorno de mendigar ante los legisladores jubilaciones dignas y demás servicios que atañen a las mismas. En mi caso, después de haber aportado a Anses durante 40 años de trabajo. Después de haber aportado, como también millones de ciudadanos, y creyendo en nuestro país, no nos fuimos del mismo.
Tomando el ejemplo de los viejos jubilados y de su santa paciencia colectiva, es la creencia que el Congreso sacará las leyes para dignificarnos y otorgarnos los que nos corresponde constitucionalmente. Especialmente la Anses, organismo que tendría que estar al servicio de los jubilados y no estar al servicio del gobierno de turno.
La tercera edad debe ser una manera de encarar la vida, mejorándola. Debemos luchar por mejores políticas para obtener mejores beneficios jubilatorios, merecidos y que nos corresponden por ley.
Si bien es cierto que aporté 40 años a la caja jubilatoria, para jubilarme utilizaron mis últimos 10 años de aportes, perdiéndose los otros 30. Nadie me da una explicación debida de este atropello y estafa. Obviamente, como también lo hicieron millones de jubilados. Porque soy de aquellos jubilados que cuando trabajábamos aportamos gran parte en lo que se denominada jubilación privada, desapareciendo los aportes efectuados durante años.
Piensen y razonen quién puede vivir en la Argentina ganando $ 8.400 mensuales como ganamos los jubilados... Nadie. Armando Torres Arrabal arjt@hotmail.com