112 kilos de buena ficción
Mi hija y yo leemos juntas cada noche; no se duerme sin su ración de literatura. Historias de Lewis Carroll, Roald Dahl, María Teresa Andruetto y J.K.Rowling llenaron para ella los anaqueles de 2018 de aventuras, paisajes,y magia. Junto con el amor por la ficción paso el testigo que mis mayores me legaron: “El que lee nunca está solo”, repite mi madre, aún hoy, como si la literatura fuera buen pararrayos para cualquier tormenta, antesala siempre de la mejor conversación. El rito se repite en todas partes. “Gracias a mi mamá que me hizo lector con mucho trabajo”, subrayaba la noche del martes José Niemetz, flamante ganador del Premio Clarín Novela. “Lo que he hecho desde los 15 años, vorazmente, es leer”, ahondaba luego. Su historia, un thriller vertiginoso y freak, protagonizado por Estela, la dueña de un vivero que pesa 112 kilos, logró convencer al jurado de que había sido escrita por una mujer. “Eso habla aún mejor de la novela”, destacaba Almudena Grandes, una de sus integrantes. “Prepárense para un viaje peligroso”, invitó.