“Debemos ser muy inteligentes para elegir la estrategia”
Guillermo Barros Schelotto. Después de la clasificación, frases con calma.
La única voz que no se escuchó en el Allianz Parque de Palmeiras fue la de Guillermo Barros Schelotto, quien vivió el partido de una manera especial: no fue al estadio con el plantel, respetó el protocolo de sanción de Conmebol, observó el juego desde un palco en el sexto piso del estadio y recién llegó al vestuario cuando terminó el encuentro.
Con Clarín, el técnico bicampeón del fútbol argentino que llevó a Boca a una final de Libertadores después de seis años, dejó su mirada. "Logramos llegar a la final, que era un objetivo grande que nos habíamos planteado después de ser bicampeones. El recorrido fue muy difícil, tuvimos llaves muy complicadas y contra rivales que son muy fuertes, pero llegamos con justicia a la definición. Boca superó a Libertad, fuimos contundentes frente a Cruzeiro y también nos logramos imponer contra Palmeiras, el mejor equipo de Brasil", fue su primer análisis de lo que significa estar en una definición.
El Mellizo, que afrontará su cuarta final internacional (ya disputó tres como técnico de Lanús), sabe que lo que se viene será especial. "La final, más allá del rival, se va a preparar con la seriedad y responsabilidad que se juegan este tipo de partidos. La final de la Libertadores la juegan los mejo- res y ahí está Boca. Debemos prepararnos de la mejor manera y mentalizarnos para hacer nuestro juego e imponernos ante River".
Falta para el primer encuentro. Y el técnico de Boca apela a la calma y serenidad para este momento. Tampoco se detiene a imaginar a su equipo de acuerdo a lo que plantee River. Evita la polémica, se corre de las designaciones arbitrales, de las dudas sobre los días y pone el foco en lo suyo: el armado del equipo.
"Creemos en lo que venimos haciendo y vamos a tratar de mejorar para ajustar errores que tuvimos. Siempre confiamos en lo que puede hacer Boca, más allá del rival que se tenga adelante, que será difícil porque también tiene una jerarquía muy grande. Una final tiene muchos detalles a los que hay que estar atentos y nosotros debemos ser inteligentes con la estrategia y en cómo la empleamos", fue la mirada de Guillermo. Sabe que está ante el desafío más grande como entrenador, aunque en su discurso busque evitar frases que alteren todavía más un clima por demás agitado.
Confía, cree pero no desafía. "Será un partido especial, como toda final de Libertadores, pero esta vez con el clásico rival del otro lado. Tenemos que trabajar y confiar en lo que puede hacer Boca, nos vamos a preparar para eso y sabemos que los jugadores van a dejar la vida por esta camiseta que defienden". ■