Mejoró el humor de los mercados y el riesgo país cayó a 609 puntos básicos
A la par de la recuperación del peso frente al dólar el mercado parece estar recuperando, de a poco, la confianza en los activos argentinos. Los bonos de la deuda nominados en dó- lares subieron cerca del 4% en la semana, lo que permitió una importante caída del riesgo país, que cerró ayer en los 609 puntos. El bono 2026, que por liquidez es el que toma el mercado como referencia, rendía ayer cerca del 9,3% luego de haber tocado una tasa de rendimiento del 11% dos meses atrás, cuando arreciaban los temores de que la Argentina se viera obligada, otra vez, a reprogramar los pagos de su deuda.
De todas maneras el mercado de deuda está partido en dos. Los inversores son muy demandantes de todos los papeles que vencen hasta el año 2020, pero no tanto con los papeles de plazos más largos.
La explicación es obvia. Los papeles cortos están “cubiertos” por los dólares que le dará el Fondo Monetario Internacional al Gobierno - US$ 56.000 millones- y los más largos están sometidos a un set de dudas: ¿Podrá el Gobierno lograr una reactivación de la economía que le de susten- tabilidad al durísimo ajuste fiscal y monetario?. ¿Logrará que esa recuperación le garantice el triunfo electoral a Cambiemos en las presidenciales del 2019?
Como esas dudas no se podrán despejar, en un sentido o en otro, hasta bien entrado 2019, el riesgo país tiene un recorrido bajista acotado.
En el propio Gobierno confían en que el riesgo país siga bajando un poco más, pero no esperan que se vuelva a los niveles de enero o febrero de este año, cuando ese indicador estaba en torno a los 350 puntos básicos.
Como sea, parece haber reaparecido el “apetito” por los activos financieros argentinos. Y ese entusiasmo se extendió también a los papeles bursátiles. El MerVal terminó acumulando una suba de 7% en la semana, que combinada con la baja del dó- lar representa una ganancia, en moneda dura cercana al 10%.
Con las acciones, como con las inversiones en pesos (Lecap y plazos fijos) la clave de las utilidades están basadas en que la tranquilidad del tipo de cambio incentive las colocaciones en pesos.
El propio BCRA desea que el carry trade” se mantenga en el tiempo, porque para las autoridades monetarias eso sería una señal de que el mercado consolida su preferencia por el peso. Claro, lo que importa también es que se afirme el plan monetario para que la baja de la inflación abra espacio para una baja de las tasas de interés, que de todas maneras seguirán manteniéndose positivas. Sería la condición necesaria para que no se reviertan los flujos, que fue lo que disparó la corrida en abril. ■