Unión se durmió y lo pagó caro
Estuvo dos veces al frente del marcador, pero Patronato logró igualarle para rescatar un punto que le sirve.
El 2 a 2 entre Unión y Patronato terminó siendo un puntazo para la visita y un puntito para el local, que pese a no desconocer sus reales objetivos, no podía dejar de ilusionarse con permanecer bien cerca de la cima. Pero Unión se dejó empatar por Patronato y no pudo acercarse a Racing.
En los primeros 25 minutos, las ideas de los equipos quedaron expuestas, condicionadas por las distintas realidades en la tabla de posiciones: Unión era más protagonista desde la posesión y Patronato lucía más replegado en su campo y agazapado para el contraataque. Así jugaron hasta que la concentración de los paranaenses se sostuvo y hasta que las individualidades de Unión empezaron a desequilibrar.
Unión lastima por las bandas y así llegó a abrir el marcador. Damián Blasi anticipó en una salida de Patronato por el lateral izquierdo y la pelota pasó por todas las miradas de los defensores hasta que derivó en Fragapane, que supo rebotar de primera para Zabala, quien remató con debilidad, pero logró vencer a Bértoli.
La ventaja se parecía mucho a un primer paso para un verdadero festín local. Sin embargo, no lo supo sostener. Sobre el cierre del primer tiempo, Comas abrió para Carabajal y éste, uno de los más destacados, le dio un pase a la cabeza de Barceló, que la mandó al fondo de la red.
Para el complemento, el partido abierto mantuvo esa intensidad. Lo que parecía ser un encuentro de ida nomás -porque Unión iba a ciegas- se transformó en uno de ida y vuelta por los espacios que dejaba.
Patronato tuvo dos oportunida- des que no supo aprovechar y las pagó caro. Gómez Andrade, a los 25 minutos, se elevó por encima del resto y de cabeza metió el segundo en un córner. Otra vez la sensación de partido liquidado sobrevolaba en el 15 de abril. No se le podía escapar la oportunidad de ser el escolta de Racing.
Pero apareció como un fantasma Garrido en el área tras un córner y marcó el empate cuando faltaban 12 minutos para el final. Consumado el partido, sobresalió otra cosa. La realidad. El punto le sirvió mucho más al visitante que al local, que deberá revisar su funcionamiento si quiere seguir siendo protagonista. ■