Belgrano espantó a los fantasmas
Después de una semana de rumores, quejas, pelea virtual de barras y hasta un banderazo con más de 6.000 personas, todo confluyó para que Belgrano volviera a ganar tras 7 partidos (el primero con Diego Osella en el banco), saliera de la zona de descenso y se comiera en su casa por 2-0 a aquel Gimnasia que le había ganado a Boca la fecha pasada.
Pese a que el DT privilegió una formación más pensada en el arco propio que el rival, se encontró con un equipo platense que lo buscó todavía menos: Gimnasia no inquietó jamás a Rigamonti. Será todo un desafío pa- ra los resúmenes televisivos encontrar situaciones creadas por los dirigidos por Pedro Troglio.
El partido fue trabado, sin mala intención, pero con suma rusticidad. El espectáculo dejó muy poco para el hincha de a pie y es algo que no le está pasando sólo a Belgrano sino al fútbol cordobés.
Pero el Lobo, que llegaba con credenciales tras vencer al finalista de la Libertadores, no hizo casi nada. Tener la pelota no significa jugar bien; Gimnasia fue dueño del balón, pero no lastimó. Y llamó la atención de parte de un equipo tan comprometido con el promedio como el local.
Con dos buenos zurdazos de Lugo y de Aguirre (en el descuento), Belgrano se llevó un gran premio en un duelo vital por la permanencia. No es poco luego de todo por lo que pasó. ■