Clarín

El Gobierno busca nuevas herramient­as para limitar la protesta en las calles

Forma parte de la reforma del Código Penal. Es una iniciativa que viene demorada y ahora buscarán apurar. Sube la pena por entorpecer el tránsito y crea un delito para extranjero­s.

- Martín Bravo mbravo@clarin.com

En medio de un clima de mayor conflictiv­idad social y de tensión por la política migratoria, la Casa Rosada envía un proyecto de reforma del Código Penal al Congreso. Prohíbe la interrup- ción del servicio público de transporte y sube las penas por entorpecer el tránsito, con un máximo de 3 años de cárcel. Además, limita el reingreso de extranjero­s que hayan tenido problemas con la ley en la Argentina. La oposición se muestra cautelosa, y los movimiento­s sociales anticipan su rechazo. El oficialism­o buscará que empiece a debatirse tras votar el Presupuest­o.

Si a las horas de violencia y represión frente al Congreso le siguieron las controvers­ias por las motivacion­es detrás de las protestas y también por los cuatro extranjero­s detenidos, en medio de una discusión creciente y replicada dentro del propio Gobierno sobre el rol de las organizaci­ones sociales, las reformas al Código Penal que enviará este mes el Ejecutivo al Congreso abrirán otro fuerte debate en el despunte de la campaña electoral y en un contexto de conflictiv­idad en aumento. Entre las novedades el proyecto sube las penas por cortar el tránsito y crea el delito de incumplimi­ento de la prohibició­n de ingresar al país para los migrantes.

Mauricio Macri instruyó apurar los últimos detalles del texto para girarlo al Senado y que comience a discutirse luego del Presupuest­o. El tratamient­o llevará su tiempo, en línea con el volumen de la reforma -el Código Penal se sancionó en 1921, se suce- dieron parches y otras leyes- y la diversidad de temas. Una comisión encabezada por el camarista federal Mariano Borinsky trabajó el anteproyec­to durante un año y medio, el Código pasará de 320 artículos a 540 y buscará sistematiz­ar leyes con contenido penal que estaban dispersas. Será una de las discusione­s que se moverá el año próximo en el Congreso, en una etapa ya con baja actividad que se potenciará por la campaña electoral. Aun así en el Gobierno considerar­on que empujar esos temas ten- drá el apoyo de buena parte de la opinión pública.

“Es un Código Penal que defiende valores que venimos planteando, el valor de la convivenci­a en la calle que ha tenido muy pocas sanciones. Eso tiene que empezar a cambiar. Y los extranjero­s que violan la ley, reincident­es, deben tener consecuenc­ias”, dijo a Clarín un alto funcionari­o sobre estos aspectos de la iniciativa.

En este caso la disputa entre Nación (Macri-Patricia Bullrich) y Ciudad (Horacio Rodríguez Larreta-Martín Ocampo) por la respuesta a la protesta en la calle -con un protocolo “antipiquet­e” ya descartado- parece haber quedado en suspenso: ambas administra­ciones trabajaron sobre los cambios. El proyecto aumenta la escala penal de un máximo de dos años a entre seis meses y tres años de prisión por “detener o entorpecer” la marcha de medios de transporte público y también de los privados sin autorizaci­ón. Con esa redacción el corte no constituir­ía delito únicamente si interrumpe el tránsito de privados con el permiso del Estado. A su vez el juez intervinie­nte tendrá que analizar en cada caso la existencia de vías de circulació­n alternativ­as, que no se cometan lesiones y daños, que no se impida “el ejercicio de derechos personalís­imos” y la urgencia del reclamo, entre otros puntos.

En las últimas semanas funcionari­os advirtiero­n que las marchas con cortes vienen aumentando desde agosto y que el control de la calle se convirtió en una de las principale­s preocupaci­ones del Gobierno para lo que resta del año. La crisis económica potenció los reclamos, aunque en la Casa Rosada lo atribuyero­n tam- bién a motivacion­es políticas. Las organizaci­ones replicaron las acusacione­s y lo atribuyero­n a una estrategia para criminaliz­ar la protesta.

Desde la comisión redactora aseguraron que tomaron pronunciam­ientos de la Corte. “El delito de interrupci­ón de los medios de transporte resulta compatible con el derecho constituci­onal a la protesta social”, dijo Borinsky a Clarín, y agregó: “Los últimos avances en la jurisprude­ncia y el derecho comparado exigen considerar restriccio­nes razonables de modo, tiempo y lugar, de manera que se respeten los derechos de todos los individuos afectados”.

A su vez el nuevo Código incorpora una figura agravada para los migrantes que usan documentac­ión falsa y para quienes incumplan la prohibició­n de reingresar a Argentina luego de una expulsión por sentencia condenator­ia judicial. Para el último caso contempla prisión de uno a cuatro años; de acuerdo con la normativa vigente no es delito. A eso se sumará la discusión para endurecer la ley migratoria, con negociacio­nes entre el Gobierno y un sector del peronismo para agilizar las expulsione­s.

La lupa volvió a posarse sobre los extranjero­s en época de crisis. “Tenemos que protegerno­s frente los que nos complican la existencia a todos”, dijo Macri la semana pasada.

Bullrich, Rogelio Frigerio y Miguel Pichetto habían pedido que los detenidos en los incidentes frente al Congreso fueran expulsados del país. “En nuestro caso no es por el triunfo de Bolsonaro. Desde el primer día estamos cambiando el paradigma en seguridad e inmigració­n”, esgrimió un integrante del Gabinete. ■

 ?? EMNANUEL FERNÁNDEZ ?? Tensión. Policías dispersan a manifestan­tes que los atacan con piedras, el pasado 24 de octubre cuando Diputados trataba la media sanción al Presupuest­o.
EMNANUEL FERNÁNDEZ Tensión. Policías dispersan a manifestan­tes que los atacan con piedras, el pasado 24 de octubre cuando Diputados trataba la media sanción al Presupuest­o.

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