Brexit: Gran Bretaña y la Unión Europea están más cerca de lograr un acuerdo
En el Reino Unido aseguran que habrían acercado posiciones sobre las fronteras de Irlanda, un tema clave.
La primera ministra Theresa May habría conseguido asegurar un acuerdo secreto por el Brexit con los negociadores europeos y podría ganar el apoyo del Parlamento. Según el dominical británico The Sunday Times, May habría obtenido concesiones privadas por parte de Bruselas, que le permitirían mantener a todo el reino dentro de la unión aduanera y así evitar una frontera dura en Irlanda del Norte, que es el nudo gordiano de esta difícil negociación.
Con este fórmula, May busca aplacar a los Brexitiers y a los pro europeos en guerra civil, que han llevado primero al partido conservador a convocar al referéndum del divorcio europeo y luego, a este caos que ha traído como consecuencia.
Para calmar a los pro Brexit, que semanalmente amenazan con hacerla caer con un desafío a su liderazgo, May estaría en camino de asegurar un acuerdo político para un “futuro partenariado económico” (FEP) con la Unión Europea. Le permitiría a Gran Bretaña mantener abierta la posibilidad de un acuerdo de libre comercio similar al de Canadá.
El dominical insiste que estas negociaciones están “más avanzadas de lo que el gobierno admite “y llevarían a un documento de 50 páginas o más y no las cinco páginas a las que había quedado hasta reducido el plan.
Los europeos presionaron a Michel Barnier, negociador de la UE, para aliviar los términos y hacer mayores concesiones en la frontera con Irlanda. Barnier los llevó adelante en la reunión que mantuvo en Londres en un encuentro secreto la semana pasada.
Esto implica que los chequeos de bienes no se realizarán en la frontera sino “en el mercado” por oficiales británicos. Eso significa que se realizarán en fábricas y negocios y no en aduanas de la frontera. Ni Gran Bretaña ni Europa tienen personal para la otra alternativa.
Downing St está buscando desesperadamente un avance para conseguir una cumbre especial en noviembre para terminar con los detalles, cuando la UE había cancelado esa posibilidad ante la falta de progresos en las negociaciones.
Uno de las cláusulas es que pueden salir de esa unión aduanera para convencer a los euroescépticos, con fecha. También van a responsabilizar a los Brexitiers, alertándolos que ellos serán considerados responsables si producen un “No acuerdo” y su catastrófico escenario, con su negativa a apoyar este acuerdo.
Otra evidencia es que Theresa May ha decidido enterrar su controvertido y resistido Modelo Chequers de negociación con los europeos, pero sin decirlo ni admitirlo públicamente.
Un vocero de Downing St dijo que “son todas especulaciones”.
Esta semana, el ministro británico para el Brexit o salida británica de la Unión Europea, Dominic Raab, ya reveló que esperaba cerrar un acuerdo antes del 21 de noviembre y que se había llegado a un consenso sobre la frontera irlandesa, principal escollo en las negociaciones.
Aunque todo indica que hay un acercamiento de posiciones, May aún afronta la tarea de recabar apoyos en el Reino Unido que le permitan que finalmente el texto sea aprobado en los Comunes, donde no cuenta con una mayoría absoluta.
En una muestra de las dificultades que se avecinan, el exministro del Brexit David Davis advierte hoy en un artículo en The Sunday Times de que la jefa del Gobierno debe hacer público el veredicto sobre el acuerdo del abogado del Estado antes de someterlo a la votación de los diputados. ■