Sobre las disculpas ofrecidas por el obispo de Luján
No acepto sus disculpas, obispo de Luján Agustín Radrizzani. Y creo que miles de argentinos, le diría millones, piensan lo mismo. Somos personas de bien que nos levantamos todos los días a estudiar o trabajar con la certeza de que Dios nos acompaña, no importa nuestro credo o religión.
Pienso que alguien como usted, que tuvo la oportunidad de llegar al lugar que llegó, tendría que pensar en los 45 millones de argentinos -y, repito, no interesa la religión que profesamos cada uno de nosotros-, antes de hablar. Tiene los conocimientos y la investidura que hacen que sus hechos y palabras trasciendan como lo hicieron.
Dicen que errar es humano y perdonar es divino, entonces pídale perdón a Dios. Nosotros sólo somos gente común que quiere que la Iglesia y sus clérigos difunden la palabra de Dios sin politiquería barata que no hace más que ahondar la grieta que ya existe.