Un dios que se escribe con minúsculas

Título: Caín Autor: José Saramago Editorial: Aguilar Costo: $ 450 Dios es culpable, no Caín. Esa es la hipótesis que manejó el Premio Nobel José Saramago en su novela Caín. Dios -que en la novela se escribe con minúscula, igual que todos los nombres- es caprichoso, sanguinario, malo. “Yo habría dado mi vida por su vida si tú no hubieras destruido la mía”, dice Caín segundos después de matar a su hermano Abel. “No escribí un libro sagrado”, dijo Saramago (murió en 2010) cuando le cayeron encima de todas partes. Ficción, ¿alguien recuerda? El libro es el recorrido de Caín desde que ese Dios -al que Saramago señalará como “autor intelectual” del crimen de Abel- lo condena a vagar por el mundo. Como no hay mucho escrito sobre su destino, Saramago lo hará viajar por distintas épocas y cruzarse con personajes como Noé o Abraham. Relatos sobre relatos, para tiempos en que un gobernante electo puede usar al personaje principal de la Biblia como argumento de Estado. ■