Trump maltrató y echó a un periodista
El presidente perdió el control de la Cámara baja. Ayer se peleó con un periodista y le suspendió la acreditación. También advirtió a la oposición que no lo investigue.
Fue en la ronda de prensa, posterior a las elecciones, donde perdió el control de la Cámara de Representantes ante los demócratas, pero retuvo el Senado. Se cruzó con Jim Acosta, de la CNN, y anoche le quitó su credencial.
Con ironías, insultos, el dedo levantado, amagues de irse del salón y constantes enfrentamientos con los periodistas, a uno de los cuales ordenó que le suspendieran el acceso a la Casa Blanca, Donald Trump reaccionó de ese modo en una rueda de prensa a la pérdida de la Cámara de diputados a manos de los demócratas. A la oposición, incluso, la amenazó y le exigió que renuncien a investigar los escándalos de su gobierno y el controvertido tema de sus impuestos.
En una votación que se definió cerca de la medianoche de Washington, el Partido Demócrata logró recupe- rar la Cámara de Representantes, que estaba en manos de los republicanos desde 2011, aunque el oficialismo logró retener al Senado e incrementar una o hasta dos bancas.
Si bien había perdido el control de Diputados, Trump celebró los resultados y dijo que el martes “fue un gran día” para su partido, porque amplió su mayoría en el Senado. “El partido republicano desafió a la historia expandiendo nuestra mayoría en el Senado y superando significativamente las expectativas en la Cámara” de Representantes.
Aún faltan los resultados finales, pero según las proyecciones los demócratas arrebatarían a los republicanos unos 27 escaños, de los 23 que necesitan para la mayoría, sumando en total cerca de 222 frente a 196 del oficialismo, según las estimaciones de The New York Times.
Con estos resultados, los demócratas retomarían por primera vez en ocho años el control de la Cámara de Representantes, cambiando el equilibrio de poderes en Washington, donde Trump gozó del favor del Congreso desde su llegada a la presidencia en 2016. Los diputados demócratas ahora podrán frenar buena parte de la legislación que quiera aprobar el presidente, pero además pueden reactivar las investigaciones que pesan sobre Trump y su entorno, sobre todo las relacionadas con el “Rusiagate”, la injerencia de Rusia en la campaña de 2016, y también sobre el detalle de las finanzas y los impuestos que paga el magnate, un tema que siempre se ha negado a revelar.
Maquillado con un tono naranja furioso, Trump comenzó la conferencia de prensa en la Casa Blanca con un tono moderado e incluso ofreció una rama de olivo a los demócratas y a Nancy Pelosi, que se proyecta como una líder probable de la bancada, afirmando que cree realmente que hay una oportunidad de llevarse bien.
“Ojalá todos podamos trabajar juntos el próximo año para seguir cumpliendo con el pueblo estadounidense”, dijo Trump y señaló que ambos partidos podrían buscar soluciones en temas como la salud, la infraestructura, el comercio y el crecimiento económico.
Pero a las hora de las preguntas de los periodistas, Trump abandonó la compostura y amenazó a los demócratas. La línea de su discurso la marco en un tweet previamente: “Si los demócratas creen que van a malgastar el dinero de los contribuyentes investigándonos a nosotros a nivel de la cámara de Representantes, pues nos veremos obligados igualmente a considerar investigarlos a ellos por toda las filtraciones de información clasificada y muchos otros temas, al nivel del Senado. Ese juego es para dos!!!”. Contradictorio, dijo que no está “preocupado” por la investigación sobre la colusión con Rusia.
“Yo podría despedir a todos ahora mismo. Pero no voy a ponerle fin (a la investigación), porque políticamente no me gusta poner un fin. Es una desgracia. Nunca debería haber empezado, porque no hubo ningún delito”, afirmó.
Luego volvió a su actividad favorita que es enfrentarse con la prensa, a la que suele calificar como “el gran enemigo” de los estadounidenses. Asi, Trump sostuvo un duro cruce con el periodista de CNN Jim Acosta y aprovechó para fustigar a la prensa crítica. Cuando Acosta le preguntó si había “demonizado a los migrantes” durante la campaña, Trump respondió: “No, quiero que entren al país. Pero tienen que ingresar legalmente”. Acosta insistió: “Están a cientos de millas de distancia. Eso no es una invasión”, dijo, usando la palabra con la que Trump había definido la marcha de migrantes que vienen de Honduras. Trump lo miró, alzó el dedo y le soltó: “Honestamente, creo
que deberías dejarme dirigir el país”, Y luego le dijo que era una persona “grosera y terrible”, mientras una asistente intentaba arrancar al periodista el micrófono y el presidente amagaba con irse del salón. En ese clima de enorme tensión, más tarde calificó a un reportero de NBC como “noticia falsa” cuando intentó defender a Acosta y a una periodista de la PBS de hacerle una pregunta “racista”. “Ustedes cubren tonterías, no cubren lo importante”, dijo a los presentes. Ya de noche, la jefa de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, anunció vía Twitter que se había suspendido la credencial del reportero.
Además de los resultados legislativos, estaban en juego 36 cargos de gobernadores. Los demócratas le arrebataron tres a los republicanos, pero se estrellaron en Florida, el estado que es un barómetro electoral de cara a 2020 y donde el partido se creía lo suficientemente fuerte como para desafiar a los republicanos.
En una conferencia más tranquila, Nancy Pelosi -líder demócrataaseguró que fue “una votación para restaurar la salud” de la democracia de EE.UU. y defender el derecho a la sanidad. Elogió “la extraordinaria clase de dinámicos y diversos candidatos demócratas” que vencieron este martes y reconoció que fueron las mujeres quienes “lideraron” esa victoria, con al menos 30 nuevas congresistas llegando al Capitolio. Pese a su llamamiento para controlar el poder republicano, Pelosi se ofreció a trabajar con el presidente para avanzar en políticas de interés común.