Clarín

Murió la chica desnutrida a la que le habían hecho una cesárea

- Mariana Iglesias

La niña wichí de 13 años y desnutrida, a la que le hicieron una cesárea de urgencia, murió ayer en la terapia intensiva del Hospital Perrando, en Chaco. El martes había muerto su bebé, que al nacer pesó poco más de 1 kilo. Sufrió una falla multiorgán­ica porque su cuadro era de extrema gravedad: anemia, desnutrici­ón crónica, neumonía. Desde la provincia de Chaco reconocier­on que todos los derechos de esta niña fueron vulnerados. Y que el Estado estuvo ausente.

"Todavía no llegamos a todos lados. No alcanza con lo que hacemos. Y en el caso de esta niña se ve claramente, todos sus derechos han sido vulnerados", dijo a Clarín Liliana Ensina, coordinado­ra del Programa Provincial de Salud Integral en la Adolescenc­ia. Fue pocas horas antes de que se conociera la muerte de la menor. "Se debe trabajar más fuerte en esa zona. El sistema tiene falencias, y no había detectado el caso de esta niña", expli- có Julieta Tayara, subsecreta­ria de Niñez, Adolescenc­ia y Familia.

Lourdes Polo, abogada de Católicas Por el Derecho a Decidir, dijo que "hay responsabi­lidad del Estado chaqueño por violencia (acto por omisión) y por violar todo los derechos fundamenta­les: libertad reproducti­va, acceso a la salud y a la educación".

La niña no iba al colegio. Vivía con su pareja en el paraje el Sauzal, en el Impenetrab­le. El viernes, una tía de 20 años la acompañó hasta el puesto sanitario porque tenía fiebre. El médico a derivó al hospital más cercano, el Bicentenar­io de Castelli. No fue suficiente, desde allí la trasladaro­n al Perrando de Resistenci­a. La niña, con una infección generaliza­da, fue a terapia intensiva. Una ecografía confirmó el embarazo de 28 semanas.

El martes se realizó una cesárea por el deterioro y riesgo de salud materna y fetal. El bebé sólo vivió unas horas. Tenía infección connatal, 30 semanas de gestación y un 1,300 kilo de peso. La niña apenas arañaba los 40 kilos. Su estado era crítico. Su tía la acompañó. Su madre murió dos años atrás por una infección respirator­ia. Su padre nunca estuvo, o siempre estuvo ausente. Su abuela, que vive a unos metros suyo, cuida de su hermanita de 4 años. La pareja de la niña nunca se presentó.

Desde la subsecreta­ría de Niñez hicieron la denuncia penal en la fisca- lía. "En la investigac­ión se verá quién es el victimario, pero es abuso por la edad de la nena", explicó Tayara.

"Toda la situación es compleja. La niña y sus familiares sólo hablan wichí", explicó Ensisa. Y habló de las todas las complejida­des: "Esta niña vivía en un paraje donde hay un puesto sanitario, y allí, si el clima lo permite, cada quince días va un médico". El resto del tiempo hay un promotor de salud, que son agentes de la comunidad. El agente (no profesiona­l) hace de nexo entre la comunidad y los referentes que de vez en cuando aparecen de algún ministerio.

"La pobreza hace que muchos adolescent­es trabajen y dejen la escuela. Y la escuela es lo que marca la diferencia en la educación, la informació­n, el saber", aseguró Ensisa. Y repasó unas cifras de embarazo adolescent­e en Chaco: el precoz es del 5,3 por mil (183 niñas de 10 a 14 años) y el tardío llega al 92 por mil (4.400 chicas de 15 a 19 años). "La educación sexual integral es fundamenta­l. En el debate sobre la legalizaci­ón del aborto escuchamos a todos diciéndolo, pero ahora tenemos grupos que hablan de 'salvar las dos vidas' que se oponen a la educación", dijo Ensisa. Y recordó que el 80% de los abusos en Chaco son intrafamil­iares. ■

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