Los abusos sexuales desatan un tsunami en la gimnasia estadounidense
El Comité Olímpico de ese país amenaza no reconocer más la validez de la Federación de ese deporte.
El más grande escándalo de abuso sexual de la historia del deporte amenaza con arrasar como un tsunami con el presente y el futuro de la gimnasia estadounidense. A diez meses de que Larry Nassar, ex médico del equipo olímpico de ese país, fuera condenado a 175 años de prisión por el abuso de cientos de niñas y mujeres -la mayoría de ellas gimnastas y varias medallistas olímpicas-, el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) dio el primer paso para reti- rarle a la Federación de Gimnasia su condición de organismo nacional que rige ese deporte.
“Se presentó una queja contra la Federación de Gimnasia de Estados Unidos (USAG), que busca revocar su reconocimiento como miembro del Comité Olímpico nacional”, informó Sarah Hirshland, que asumió hace tres meses al frente del USOC. Y dijo que se le dio a la organización la opción de renunciar voluntariamente.
Hirshland explicó: “Creemos que los desafíos que está encarando la federación son más de los que es capaz de manejar. Y eso no es justo para los gimnastas de nuestro país”.
Ante este escenario, el futuro de la gimnasia estadounidense -que hace unos días brilló en el Mundial de artística de Doha, donde cosechó nueve medallas y disfrutó de una consagración histórica de Simone Biles, con cuatro oros- es, al menos, incierto. Y no sólo para los gimnastas olímpicos, que podrían ver cómo se desmantela el organismo que los nuclea a poco menos de dos años de la próxima cita olímpica, lo que pondría en peligro su participación en Tokio.
También para los más de 150 mil atletas de más de tres mil clubes de todo el país afiliados a la USAG, que ha sido cuna de campeones durante generaciones y ha colaborado para establecer a Estados Unidos como potencia deportiva mundial.
“No hay una solución perfecta. La respuesta más clara que puedo darles a los atletas es que estamos trabajando en un plan para que sigan recibiendo el apoyo que merecen y podamos construir una federación que sea una comunidad para todos”, explicó Hirshland. Y aclaró: “Aseguraremos el respaldo para los gimnastas olímpicos que podrían representarnos en Tokio 2020”.
El descargo de la USAG , criticada por no haber actuado ante las denun- cias de abuso sexual contra Nassar y por la manera en que se manejó luego de su detención, no tardó en llegar.
“El actual consejo de nuestra federación recibió una organización en crisis y ha hecho todo lo posible para conducirla hacia un mejor futuro. Estamos evaluando cuál es el mejor camino a seguir para nuestros atletas”, expresó.
La queja presentada por el USOC no garantiza la disolución de la federación sino que desencadena un proceso que seguirá con una audiencia ante un panel de revisión, la publicación de un informe y finalmente el voto de los miembros del consejo del Comité Olímpico de Estados Unidos, que determinará la disolución o no.
Esta medida podría significar el fin de una federación que vive sumida en una crisis desde que a fines de 2016 se desató el escándalo con las primeras denuncias de abuso sexual contra Nassar.
Desde entonces, la USAG cambió completamente su consejo directivo -todos sus miembros renunciaron a principios de este año, tras conocerse la condena al médico- y hoy está en la búsqueda de su cuarto CEO en los últimos 19 meses. ■