Si el mundo fuera justo...
Si el mundo fuera realmente justo, Elvis Presley estaría vivo y todos sus imitadores de Las Vegas... ¡muertos! Y si el mundo fuera justo, en los paneles de televisión no habría gente con el coeficiente de una playa en marea baja y admirados por los televidentes.
Y si el mundo fuera justo... Bueno, mejor hago la lista.
Si el mundo fuera justo: Nuestros padres no nos hubiesen quemado la cabeza diciéndonos que estábamos delgados y que necesitábamos otro plato más.
Los humanos pondríamos la tele y la heladera más lejos una de otra para que ese sea nuestro único ejercicio semanal.
Los gobiernos no lucharían por arreglar un aumento antes de Navidad para que no se les caiga la Rosada encima.
¡La novia del baterista no sería la más linda!
¡Los médicos nos dirían qué tenemos sin preguntarnos!
Dios escucharía nuestras plegarias para que Luciana Salazar no se toque nada más.
Alquilaríamos todo el territorio nacional a extranjeros.70 y 30. Punto. Ellos traen la maquinaria, nosotros ponemos el carbón. Jajaja.
Paulo Vilouta escucharía los consejos de su peinador.
Santiago del Moro miraría a cámara sin tanta presión sobre sus intestinos.
Ringo moriría y los otros dos renacerían. Fin de año: los tres beatles se vuelven a juntar, con el hijo de Ringo en batería.
Alguien le diría a Moyano que asusta.
Alguien le diría a Cristina que asusta.
Alguien le diría a Marcos Peña que desapareciendo asusta aún más el saber que está “ahí” detrás.
¡Mickey y su familia conseguirían por OSDE el cuarto dedo que les falta!
Las redes serían algo más trascendente que un negocio de las compañías para que solo “te quedes en la página” y cobren.
Parte del mar de Brasil vendría para acá.
Entenderíamos cómo se lee una factura de luz.
Moriría el cybercinismo en Facebook y los pueblos se unirían por amor, paz y cordialidad.
El lema del gobierno no sería (como parece): “Si dos errores no hacen un acierto, intenta tres”.
Mozart hubiese tocado menos notas y para la fiesta daba igual.
Volvería el Peugeot 404 tal cual lo conocimos con su trompa de camello-hormiguero mutilado.
Estarían Álvarez y Borges en lugar de... hummm... ¿Fantino y Asís? Jaja.
La gente no pensaría que sos “loco” porque consumiste algo, sino simplemente porque hay gente con una iluminación y reacción mental distinta.
Lilita no luciría como si hubiera conseguido ese bronceado en un asador.
Los spots no serían 85% confusión, 10% de comisión y 5% de irrealidad total.
¡Nuestra flor nacional dejaría de ser el nudo de carreteras de hormigón!
¡La Argentina dejaría de ser la tierra de las oportunidades únicamente para inversores extranjeros!
Un Papa debería entender que si durante 300 años nadie escuchó sus discursos sobre la pobreza, tal vez debería hablar de turf.
El agua mineral no tendría “componentes”.
Podríamos hacer chistes de lo que quisiéramos. ¿Por qué? Porque no hacerlos nos genera una violencia interior aún peor.
Habría barandas en los subtes para no darle de comer a Crónica TV porque un tipo se cayó sin querer.
No habría necesidad de dormirse en una reunión de padres porque la charla seria constructiva y viable.
No habría tantos pobres para que los ricos se quejen que los tienen del otro lado del alambrado de Cardales.
¡Lanata, que siguió fumando, debería devolver ese riñón!
Si Lázaro tiene 230 casas, el expediente debería tener una sola página que dijera: “¿cómo las compró?”. Punto final.
Decidiríamos por nosotros y no porque una pagina nos diga: ”Muchos vieron esto y ahora ven aquello”.
Susana debería comenzar su programa diciendo: “No adelgacé, ¿ok?”.
Y por último: si el mundo fuera justo, nuestros hijos dejarían esas camisas cuadriculadas y esa barba de 12 días y no lucirían como refugiados de un concierto de Bruce Springsteen. ■
“El lema del gobierno no sería -como parece-: ‘Si dos errores no hacen un acierto, intenta tres’.”