Bolsonaro, el cisne negro
Profesor de Relaciones Internacionales, Universidad Torcuato Di Tella
Los “cisnes negros” son eventos de baja probabilidad pero alto impacto. ¿Es Bolsonaro un cisne verdeamarelo para la Argentina? Un objetivo central del análisis internacional es detectar señales de cambio de tendencia e identificar factores de cambio que darán forma al entorno estratégico de un país.
¿Qué pasaría si Brasil el año que viene decidiera abandonar el Mercosur? ¿Esta disrupción en la política exterior brasileña generaría una amenaza para nuestro país?
Por optimismo liberal iluso o por principismo doctrinario progresista, la dirigencia pública y privada en la Argentina parece ser más avestruz que cisne: no acepta la información negativa, niega una realidad que como mínimo es altamente probable e ignora el tema como forma de evitar pensar en impactos nocivos. Los argumentos para suponer que nada cambiará en la política exterior brasileña son individuales (fue retórica de campaña), internos (la distribución de poder al interior del gobierno Bolsonaro y los grupos de interés buscarán la continuidad), burocráticos (Itamaraty conducirá) y hasta de seguridad (la plataforma de proyección global de Brasil pasa necesariamente por la región en general y por Argentina en particular). Y la incomprensiblemente autocomplaciente conclusión es que entonces en nada debe adaptarse el accionar internacional argentino.
En un nivel sistémico, la caída del poder norteamericano está desarticulando el orden internacional liberal y su ideología universalista. En la desintegración está ganando espacio un orden agnóstico, donde potencias como Washington, Beijing o Moscú tienen intereses nacionales pero no un compromiso profundo de reconfiguración global. En un mundo complejo, multinivel y que se reconfigura del Atlántico al Pacífico, no será sencillo conjugar la relación estratégica con China y un vínculo especial con EEUU.
A nivel regional, esto modifica las opciones para actores como Brasil. Los grupos flexibles de estados con ideas e intereses similares cobran mayor efectividad sobre instituciones macro de contigüidad geográfica. Los objetivos específicos, procesos heterogéneos y formas híbridas se vuelven más eficientes que la homogeneización y estandarización.
En este multilateralismo hecho a medida, se recompensa la participación simultánea de un país en varios acuerdos comerciales bilaterales que se puedan equilibrar entre sí para satisfacer los objetivos de política económica exterior de ganar acceso a los mercados mundiales.
Argentina y Brasil tienen la inserción co- mercial externa mas baja del mundo, sólo por delante de Sudán. Si la presidencia Bolsonaro buscara la plena inmersión del país en la globalización y resultare más proclive al alineamiento con EE.UU, ello desincentivaría la necesidad de mirar hacia -y construir desde- la región.
La relación bilateral Argentina-Brasil ha sido un eje estructurante de la política exterior Argentina desde la recuperación democrática en nuestro país. El Mercosur fue la estructura que institucionalizó esa relación buscando a la vez privilegiar el ámbito regional, estabilizar el vínculo bilateral y ordenar patrones de economía política en ambos países. La inversión en un proyecto de regionalismo alineó nuevos actores del proceso de regionalización cuya prosperidad se basa en el acceso a los mercados internacionales rearticulando las coaliciones de economía política domésticas e internacionales.
El cisne Bolsonaro puede desintegrar esas certezas que han sido cruciales para el desarrollo de la Argentina. ¿La situación actual lleva a reinventar o reventar el bloque? La (no) reacción del avestruz es autodestructiva.
¿Qué queda en el panorama aviario? Los halcones sugerirán aumentar la competencia, lo que profundiza la confrontación. Los “gansos voladores” aceptarán posiciones relegadas en retorno a los beneficios que aceptar la asimetría generaría. El playero rojizo de Tierra del Fuego recorre migrando 25mil kilómetros. Para reducir su peso al volar, disminuye el tamaño de sus intestinos durante el período migratorio. La supervivencia muchas veces exige cambios drásticos. En la coyuntura crítica actual en la relación ArgentinaBrasil, una clave será el manejo conjunto de esos
umbrales de exigencia. ■