Las chicas argentinas, a un paso del Mundial de fútbol
Le ganaron 4-0 a Panamá. Y el martes juegan la revancha.
Se miran. Se abrazan. Son un puño. Nadie puede quebrantarlas. Se lanzan a dar la vuelta olímpica. Lo sienten: el Mundial está más cerca que hace unos meses, cuando el tercer puesto de la Copa América de Chile las dejó en este repechaje frente a Panamá. El sueño de un estadio lleno se cumplió en la cancha de Arsenal. Y vino con un regalo: una goleada 4-0 para quedar a un paso de Francia 2019, cita a la que Argentina quiere volver después de 12 años de ausencia.
El aliento no se calmó nunca. Y los pañuelos verdes de las populares le dieron un marco especial. Había ganas de ver fútbol femenino en Sarandí. Postergado durante tanto tiempo, el reclamo que las jugadoras destaparon este año se trasladó a los miles de espectadores que colmaron el estadio y expresaron que aman el deporte de la pelota, más allá del género.
En el juego, Argentina fue de mayor a menor. Tuvo el dominio y las situaciones más claras en la primera etapa y a los 9 minutos también la más concreta, cuando Bailey le detuvo un penal a Estefania Banini, la mejor jugadora argentina, y demostró porqué el mes pasado fue elegida la mejor arquera de la Concacaf.
En lo ofensivo, sin embargo, la vi- sita careció de ideas. Procuró que cada falta en mitad de cancha se transformara en un pelotazo al área argentina, pero nunca inquietó a Vanina Correa, que fue protegida eficazmente por Aldana Cometti, una muralla en el fondo justo a su compañera de zaga, Agustina Barroso.
Argentina merecía la ventaja y la encontró por duplicado en cinco minutos. Florencia Bonsegundo inició una gran jugada en el costado izquierdo, Belén Potassa dejó pasar la pelota y Larroquette apareció en el segundo palo para sacar el remate inatajable y romper el cero. Luego, con una arquera adelantada y un rival distraído, Stábile sacó un bombazo desde afuera del área que dio en la base del travesaño y entró.
Le costó a la Selección mantener la intensidad en la segunda etapa, pero el resultado nunca estuvo en peligro
Teníamos mucha presión. Pero la sensación es única. Vamos por el Mundial”.
Eliana Stábile
Es algo especial vestir esta camiseta. Vamos a hacer todo lo posible por conseguir la clasificación”.
Estefanía Banini
y las emociones llegaron al final.
Cuando el partido se moría, y con una jugadora más por la roja a Linedth Cedeño, Banini sacó a relucir su pegada y justificó el número 10 que luce en su espalda. Aunque el palo le negó el gol, la pelota le quedó a Amancay Urbani, quien habilitó a Yamila Rodríguez para el 3-0.
El cartel de los 6 minutos de adición ya había aparecido. Y fue justo antes del pitazo final cuando la árbitra Adamkova dejó a Panamá con nueve jugadoras, por la expulsión de Katherine Castillo (le pegó una patada grosera a Rodríguez). Eso derivó en un nuevo penal que Stábile no falló para el 4-0 soñado.
Entonces sí, sonó el silbato. Mientras Lionel Scaloni, el técnico interino de la Selección masculina, dejaba el estadio tras disfrutar de la goleada, las chicas se lanzaban a festejar. Si hubiesen podido, se habrían metido en la tribuna. Allí, donde estaban sus familiares y amigos, y tantos otros desconocidos. La valla en cero (el gol como visitante vale doble) y el 4-0 alimentan la confianza. Después de tanta lucha, es tiempo de sonreír. El martes, en Panamá, será el momento de volver a alentarlas. ■