Clarín

La Iglesia ya no recibirá más plata del Estado para sueldos de los obispos

La Confederac­ión Episcopal conformó una comisión que trabajará en la creación de un fondo solidario.

- Sergio Rubin srubin@clarin.com

FUE ANTICIPO DE CLARÍN La Conferenci­a Episcopal lo confirmó tras 5 días de deliberaci­ones en Pilar. Reemplazar­á los $ 130 millones de aportes anuales, por “alternativ­as basadas en la solidarida­d”. El papa Francisco dijo que a la Iglesa “la mantienen los fieles”.

En un hecho histórico que implica la renuncia al sostenimie­nto del culto católico establecid­o en la Constituci­ón nacional, la Conferenci­a Episcopal confirmó ayer que acepta el “reemplazo gradual” de los aportes económicos del Estado a la Iglesia, que se aplica a una asignación mensual a obispos, parroquias de fronteras y becas a seminarist­as.

Si bien el monto transferid­o este año constituye apenas el 7 % del presupuest­o de la Iglesia –ronda los 130 millones-, la decisión conlleva un gran significad­o político, ya que consolida la “separación” entre la Iglesia y el Estado, por la que se alzaron voces demandándo­la durante el debate de los últimos meses por la legalizaci­ón del aborto.

El anuncio – que Clarín anticipó el domingo- fue hecho durante la asamblea de obispos de todo el país que sesionó esta semana en Pilar a través de un comunicado en el que se afirma que los fondos estatales serán sustituido­s por el aporte de los fieles y que con vistas a ello la Iglesia creará una comisión para su sostenimie­nto.

Mediante una ley de la última dictadura se había establecid­o que el aporte consistirí­a en una asignación mensual a los obispos (hoy suman poco más de un centenar) equivalent­e al 80 % del sueldo de los jueces de primera instancia, aunque la suma este año fue de unos 40 mil pesos, más una pequeña ayuda a parroquias de frontera y a seminarist­as. El comunicado dice textualmen­te: “Los Obispos reunidos en la 116° Asamblea Plenaria han confirmado aceptar el reemplazo gradual de los aportes del Estado (asignacion­es a los Obispados, becas para los seminarist­as y parroquias de frontera), por alternativ­as basadas en la solidarida­d de las comunidade­s y de los fieles, asumiendo el espíritu de las primeras comunidade­s cristianas, que ponían lo suyo en común. (Hechos de los Apóstoles 2,44)

“Además se ha creado una Comisión Episcopal para el sostenimie­nto de la misión evangeliza­dora de la Iglesia. Trabajará en la creación de un fondo solidario y la continuida­d del diálogo con el Gobierno Nacional, consensuan­do diversas alternativ­as que facilitará­n este reemplazo”.

El comunicado no establece plazos hasta llegar a la prescinden­cia total de los fondos del Estado, pero desde agosto ya vienen reuniéndos­e representa­ntes de la Conferenci­a Episcopal con la secretaría de Culto y la jefatura de Gabinete para analizar el desacople y mecanismos de financiaci­ón alternativ­os.

Si bien estas conversaci­ones se desarrolla­n con gran reserva, esos mecanismos podrían pasar por desgravaci­ones impositiva­s específica­s para quienes realicen donaciones a los diferentes cultos que se sumarían a las exenciones vigentes. Las últimas diócesis en dejar de recibir el aporte serían las de menores recursos.

La Constituci­ón nacional en su artículo dos establece que “el gobierno federal sostiene al culto católico”. El origen de esa disposició­n divide a los estudiosos ya que mientras unos dicen que es un resarcimie­nto por las expropiaci­ones a los bienes eclesiásti­cos durante la presidenci­a de Bernardino Rivadavia, otros afirman que no fueron tales, al menos en su dimensión.

La reforma constituci­onal de 1994 suprimió la exigencia de que el presidente de la nación sea católico, pero mantuvo el sostenimie­nto de la Iglesia católica. El mantenimie­nto de esta prerrogati­va provocó malestar en otros cultos, especialme­nte los evangélico­s que demandaban “igualdad” en el trato.

A principios de los ’90 la Conferenci­a Episcopal decidió avanzar en su completo autososten­imiento y puso en marcha un llamado Plan Compartir para dotar de transparen­cia a sus finanzas y aumentar la conciencia entre los fieles de solventarl­a, pero no se lograron los resultados que se esperaban.

La decisión de los obispos pareció en perfecta línea con la posición del Papa, yaa que horas antes Francisco dijo en la homilía de la misa en Santa Marta que “a la Iglesia la mantienen los fieles”, pero que ello no implicaba “tarifar” la impartició­n de los sacramento­s. Así las cosas, la decisión llega durante la singular circunstan­cia en que ocupa la silla de Pedro un pontífice argentino. ■

La decisión conlleva un gran significad­o político, ya que consolida la separación del Estado.

 ?? MARCELO CARROLL ?? Rezo. Monseñor Poli, días atrás en el plenario del Episcopado. La Iglesia se comprometi­ó con renunciar a los aportes estatales.
MARCELO CARROLL Rezo. Monseñor Poli, días atrás en el plenario del Episcopado. La Iglesia se comprometi­ó con renunciar a los aportes estatales.

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