1 En Argentina no hubo (ni habrá) otro igual
Los hinchas de otros equipos no lo aceptarán. Insistirán (y rezongarán), con nostalgia, que los partidos más trascendentes de la historia fueron y serán otros. El hincha de Independiente dirá que no hay nada que emparde la final contra Talleres del Nacional 77. Los de Racing recordarán el partido del zapatazo del Chango Cárdenas contra el Celtic. Y los de San Lorenzo redoblarán la apuesta y hablarán de la final contra Nacional de Paraguay que les valió la Libertadores. Y la lista sigue con todos los que no son de Boca o de River. Pero, seguro, hoy, desde las 17 (Fox Sports) todos ellos se sentarán frente al televisor y mirarán el partido. Es el que nadie se quiere perder. Hasta hoy se jugaron 246 Superclásicos. Y ninguno fue tan trascendente como estos dos duelos que se jugarán en la Bombonera y en el Monumental para definir al campeón de América.
Se puede bucear por el historial, desde el duelo fundacional de 1913 entre dos equipos de barrio hasta el último cruce por la Superliga, y ninguno tuvo tanta relevancia. Finales mano a mano hubo dos. Y el Nacio- nal 76, con el gol fantasma de Chapa Suñé, o la Supercopa Argentina, con las apariciones de Pity Martínez y Scocco, no le llegan a los talones. Atrás, muy atrás, casi como anécdotas, quedarán aquellos cuartos de final de la Libertadores 2000, con Palermo “en muletas” como muchachito de la película, y el de las semifinales de Libertadores 2004, el de la gallinita de Tevez y el Monumental silenciado. Y, sin dudas, también dejará relegados aquel cruce de 2014, por las semifinales de la Sudamericana, con Barovero transformado en inmortal tras el penal atajado a Gigliotti, y el de los octavos de final de la Libertadores 2015, que terminó con River campeón luego del triste episodio del gas pimienta. Pase lo que pase, no hay equivalencias.
Será el partido más importante de la historia del fútbol argentino. El que más dinero pondrá en juego -el ganador embolsará unos 6 millones de dólares-. Y cuyo vencedor no sólo será el dueño de todas las sonrisas: en diciembre tendrá en el horizonte una posible final del Mundial de Clubes ante Real Madrid. Nada menos.