Colón, el que arranca bien y se duerme
Malo desde el juego aunque arrancó interesante, el primer tiempo de Colón y la reacción de Estudiantes no hicieron sino exponer sus irregulares realidades. Por eso la igualdad 1-1 termina siendo un castigo para ambos contendientes.
Comenzó mejor el local por una deuda que traía luego de sus dos partidos de visitante (la derrota 3-2 ante Huracán y el 1-1 con Rosario Central, en ambos había comenzando victorioso). En los primeros diez minutos lo anduvo revolcando a Mariano Andujar. Fueron dos llegadas de peligro para el arco del Pincha y todo parecía indicar que el control del partido en cualquier momento se materializaría en el resultado. Porque Franco Zuculini se adueñaba de la mitad de la cancha con fútbol y recuperación, y porque la defensa de Estudiantes asomaba permeable al mínimo indicio ofensivo. Pero eso fue equilibrado por la visita gracias a un entusiasmo que fueron generando, de a poco, mediocampistas y delanteros con la firme intención -por momentos lograda- de quebrar el esquema defensivo sabalero. Lo llenó de centros en el área y así, sin tanta claridad , emparejó las cargas.
Fue justo en ese ir del equipo de Benítez cuando Colón encontró la llave del gol. Javier Correa entregó un fino pase entre líneas a Leonardo Heredia que venía en velocidad, tocó antes de la estirada de Andújar y el línea Martín Graso le indicó al juez Fernando Espinoza que había sido falta dentro del área. Javier Correa marcó y abrió el partido justo en el momento que se estaba complicando y llegó a los 11 goles en sus 22 partidos con la casaca rojinegra.
Para el complemento había dos problemas para Colón. Uno era sostener este partido. Y el otro era tratar de que los fantasmas inmediatos no pesaran y se convirtieran en presión para los jugadores.
Algo de ese vicio se trasladó a los dirigidos por Eduardo Domínguez y estuvo astuto Benítez para leerlo y poner en cancha a Albertengo y así generar con un poco más de peso. En consecuencia llegó el empate a los 15, con un golazo de Gastón Fernández. Esta situación no hizo más que profundizar esa minicrisis de identidad que arrastra desde hace 15 días. Quedó todo igual, casi tan parecido a como llegaron los dos a este partido.