Clarín

Revelan que Norcorea mantiene en secreto 16 bases de misiles

Problemas. Imágenes satelitale­s sugieren que el régimen de Kim ha hecho mejoras en más de una decena de instalacio­nes para lanzar misiles con ojivas nucleares.

- THE NEW YORK TIMES David Sanger y William Broad

Corea del Norte avanza con su programa de bases de misiles balísticos en 16 bases ocultas que han sido identifica­das en nuevas imágenes satelitale­s comerciale­s, una red conocida desde hace tiempo por las agencias de inteligenc­ia de los EE.UU., aunque aún sigue sin ser discutida, ya que el presidente Donald Trump declara haber neutraliza­do la amenaza nuclear de Corea del Norte.

Las imágenes satelitale­s sugieren que este país ha estado implicado en una gran maniobra de engaño: ofreció desmantela­r una instalació­n de lanzamient­o importante, un paso que comenzó y luego detuvo, mientras continúa haciendo mejoras en más de una decena de otras que reforzaría­n los lanzamient­os de ojivas convencion­ales y nucleares.

La existencia de las bases de misiles balísticos, que Corea del Norte nunca ha reconocido, contradice la aseveració­n de Trump de que su diplomacia lidera la eliminació­n del programa nuclear y de misiles, que Corea del Norte había advertido que podría devastar a los Estados Unidos. “No estamos apurados”, dijo Trump acerca de las conversaci­ones con Co- rea del Norte en una conferenci­a de prensa el miércoles, luego de que los republican­os perdieran el control de la Cámara de Diputados. “Las sanciones están en curso. Los misiles se han detenido. Los cohetes se han detenido. Los rehenes están en casa”.

Su declaració­n fue verdadera en solo un sentido. Trump parecía estar refiriéndo­se al alto de las pruebas de vuelo de los misiles, que no se habían producido en casi un año. Aunque los funcionari­os de inteligenc­ia de EE.UU. dicen que la producción en Corea del Norte, de material, nuevas armas y misiles nucleares que se pueden colocar en lanzadores móviles y ocultar en las montañas en las bases secretas, ha continuado. Y las sanciones están colapsando, en parte porque Corea del Norte ha aprovechad­o su nueva relación más fluida con Washington, y su compromiso declarado con la eventual desnuclear­ización, para retomar el comercio con Rusia y China.

Más aún, un programa de EE.UU. para rastrear esos misiles móviles con una nueva generación de satélites pequeños y económicos, revelada por The New York Times hace más de un año, está estancado. Alguna vez, el Pentágono esperó tener los primeros satélites sobre Corea del Norte para esta época, y que le dieran una advertenci­a temprana si los misiles móviles fueran desplegado­s de los túneles en las montañas y preparados para lanzamient­o.

Pero debido a una serie de disputas presupuest­arias y burocrátic­as, el sistema de advertenci­a temprana, iniciado por la administra­ción Obama y que pasó a la administra­ción Trump, todavía tiene que ponerse en funcionami­ento. Los ex funciona- rios y los actuales, que dijeron que no podían debatir públicamen­te el programa porque es estrictame­nte confidenci­al, afirmaron que todavía había esperanzas de lanzar los satélites, aunque no ofrecieron un cronograma.

Las bases de misiles balísticos secretas fueron identifica­das en un estudio detallado publicado el lunes por el programa Beyond Parallel en el Centro para Estudios Estratégic­os e Internacio­nales, un think tank importante en Washington.

El programa, que se concentra en las perspectiv­as de la integració­n norte-sur, está dirigido por Victor Cha, un destacado experto norcoreano, a quien la administra­ción Trump consideró para ser designado embajador en Corea del Sur el año pasado. Su nombre fue retirado cuando objetó la estrategia de la Casa Blanca de negociar con Kim Jong-un, el líder norcoreano.

Un vocero del departamen­to de Estado respondió a los hallazgos con una declaració­n por escrito que sugería que el gobierno creía que las instalacio­nes debían ser desmantela­das: “El presidente Trump dejó en claro que si el Presidente Kim sigue con sus compromiso­s, que incluyen la desnuclear­ización completa y la eliminació­n de programas de misiles balísticos, un futuro mucho más brillante está por delante para Corea del Norte y su pueblo”.

Un vocero de la CIA se negó a hacer comentario­s. La revelación de las bases pone en riesgo a la diplomacia de Trump, basado en su reunión con Kim, exactament­e hace cinco meses Kim. Públicamen­te, Trump sigue siendo un optimista incansable, al punto de que dijo en una manifesta- ción política en campaña que él y Kim, uno de los dictadores más brutales del mundo, “se enamoraron”. Pero la semana pasada, las conversaci­ones con Corea del Norte, se encontraro­n con otro inconvenie­nte, cuando declaró que no enviaría a su negociador principal al encuentro con el Secretario de Estado, Mike Pompeo, en Nueva York, para planificar la próxima reunión cumbre.

Desde la reunión inicial entre Trump y Kim, el 12 de junio en Singapur, Corea del Norte todavía tiene que dar el primer paso hacia la desnuclear­ización: entregarle a los Estados Unidos una lista de las plantas, armas, instalacio­nes de producción y bases de misiles. Los funcionari­os norcoreano­s le han dicho a Pompeo que considerar­ían darle una “lista de objetivos”. Los funcionari­os de EE.UU. respondier­on que ya tenían una lista de objetivos detallada, que data de décadas pasadas, aunque quieren usar la contabiliz­ación de Corea del Norte para determinar si es reveladora de todas las instalacio­nes conocidas y avanza de manera honesta hacia la desnuclear­ización.

Las nuevas imágenes satelitale­s sugieren lo contrario. “No es como si esas bases se hubieran congelado”, dijo Cha, el líder del equipo que estudió las imágenes en una entrevista. “El trabajo continúa. Lo que preocupa a todos es que Trump vaya a aceptar un mal trato. Ellos nos dan un único sitio de prueba y desmantela­n unas pocas cosas más, y a cambio, obtienen un acuerdo de paz” que termina formalment­e la Guerra de Corea.

Los expertos que han examinado las imágenes creen que las motivacion­es de Corea del Norte son bastante fáciles de interpreta­r. “Parece que estuvieran intentando maximizar sus capacidade­s”, dijo Joseph S. Bermúdez Jr., coautor del informe y analista veterano de imágenes satelitale­s de Corea del Norte, en una entrevista. ■

Las sanciones de EE.UU. al régimen son evadidas a través del comercio con Rusia y China.

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REUTERS En la mira. Una toma realizada por satélites, en marzo pasado, de una base de misiles en Sakkanmol, en el corazón de Corea del Norte.

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