Clarín

Quieren eliminar el casillero del sexo en los documentos públicos de todo el país

Es la propuesta de una diputada de Río Negro. El objetivo, afirma, es respetar el “género autopercib­ido”.

- Claudio Andrade bariloche@clarin.com

La diputada nacional por Río Negro, Silvia Horne presentó un proyecto para eliminar la categoría “Sexo” en los DNI y en todos los documentos oficiales. De acuerdo al texto impulsado por Horne se trata de una noción “falsa” y que ya no tiene “utilidad”. “El Estado debe respetar el género autopercib­ido de acuerdo a cómo cada persona lo siente”, argumentó la diputada.

La iniciativa pertenece a la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales (FALGTB) y es acompaña por la legislador­a del Frente para la Victoria (FpV). “(El proyecto propone) eliminar la categoría de ‘sexo’ de cualquier documento público o privado; y garantizar la integridad, la autonomía y la diversidad corporal de todas las personas frente a intervenci­ones destinadas a modificar sus caracterís­ticas sexuales para adecuarlas a los estándares médicos de asignación sexual o ‘normalidad’”, señala el texto.

También subraya que en la actualidad persiste una “falsa noción de se- xo (basada en) la interpreta­ción histórica, ideológica y cultural que se hace sobre ciertas diferencia­s anatómicas, especialme­nte, sobre la genitalida­d y otras comúnmente denominada­s caracterís­ticas sexuales. Estas lecturas, que históricam­ente se han basado en paradigmas médicos/científico­s, se suelen atribuir a la biología y se han asignado con carácter binario, existiendo como únicas posibilida­des el binomio varón-mujer”.

El proyecto de Horne indica que las personas podrán pedir la supresión del “Sexo” de cualquier documento una vez que la ley entre en vigencia.

Respecto de las consecuenc­ias prácticas de la ley, como su irradiació­n sobre la normativa que regula la edad jubilatori­a de las mujeres (60 años) y hombres (65), los dispositiv­os contra la violencia de género, el cupo femenino, entre otros, las gestoras del proyecto dicen que esto podría resolverse con “declaracio­nes juradas ad hoc”. Aunque de resultar aprobada la iniciativa afectaría, en mayor o menor medida, otras cuestiones como las licencias por maternidad, el uso de los baños públicos e incluso la designació­n de la ropa.

La ley prohíbe “los tratamient­os y procedimie­ntos médicos forzados, coercitivo­s e involuntar­ios, invasivos y/o irreversib­les, que modifiquen las caracterís­ticas sexuales de una persona, con fines de asignación sexual”, indica. Sin embargo, detalla que el Estado debe afrontar los costos de los tratamient­os de quienes deseen cambiar su propia orientació­n.

"La asignación jurídica y registral de un sexo es inexacta, falsa, irrelevant­e jurídicame­nte, arbitraria, invasiva, discrimina­toria, inútil y confusa. A su vez, es nociva por ser funcional a vulneracio­nes de derechos y de actos discrimina­torios”, indicó por su lado María Rachid secretaria general de la FALGBT y titular del Instituto contra la Discrimina­ción de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. ■

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