Clarín

“Yo no quiero justicia por mi hija, yo les quiero arrancar los ojos”

Lo dijo el padre de Zaira Rodríguez (21), la chica baleada por motochorro­s delante de su novio.

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“Yo no quiero justicia por mi hija, yo les quiero arrancar los ojos porque se la llevaron”. Desgarrado por el dolor y con la voz llena de llanto y de bronca, así habló el papá de Zaira Rodríguez, la joven de 21 años asesinada por motochorro­s en Villa Ballester, partido de San Martín.

Como pudo, el hombre se acercó a los medios que estaban en la puerta de su casa, junto a decenas de vecinos que reclamaban seguridad en ese barrio del noroeste del conurbano bonaerense. “Mi familia está pasando por un momento muy malo. Nos mataron a nuestra hija y no tengo palabras”, fue lo primero que la angustia le permitió decir. “No tengo palabras porque lo único que quiero es arrancarle los ojos, no se merecía mi hija tener esto. Que no se me crucen porque los voy a destruir”.

Entre lágrimas, agregó que lamentable­mente “le tocó” a su hija, que “no pudo vivir nada de su vida” y que “tenía mucho por delante”. E insistió: “Pero que se quede tranquila mi hija. Yo no quiero justicia, les quiero arrancar los ojos porque me la llevaron”.

El sábado, cerca de las 21.30, Zaira -que era piloto de karting y novia de un corredor del TC Mourasesta­ba junto a su pareja en un Volkswagen Gol Trend blanco estacionad­o en la puerta de la casa ubicada en Sarmiento y Lamadrid, en Villa Ballester.

Allí vive la abuela de la joven, cuyo cumpleaños iban a salir a festejar. Su familia estaba dentro de la casa, esperándol­a para arrancar.

Pero en ese momento, apareciero­n motochorro­s. “Ellos habían llegado con el coche y nos estaban esperando. Por el espejo retrovisor, él (el novio de Zaira) ve que viene una moto, y toma la precaución de salir de ahí”, reveló Diego, abuelo de la víctima.

Cuando el novio arrancó, otra moto lo interceptó. Él no frenó y le pasó por encima. “La moto quedó abajo del coche y la arrastró como 50 metros. Por suerte, no lo mató porque si no hubiera quedado preso él. Y el que se había tirado de la moto disparó cuatro, cinco tiros de atrás y uno fue directo a Zaira”, recordó Diego.

Y comentó: “Son asesinos, no les interesa, como no les interesa la vida de ellos tampoco, la tuya”.

Diego agregó que el novio de Zaira “trató de huir para que no los agarraran” y que en un primer momento él pensó que se había “tratado de un secuestro”. Agregó que cuando su hijo escuchó los tiros, “gritó ‘Zaira, Zaira’, con la intuición de un padre”.

El sospechoso de haber participad­o del crimen de Zaira, identifica­do como Pablo Daniel Murray (23), es de villa “La Rana”. Tiene antecedent­es de 2011 por drogas y “daños”; de 2012 por “tenencia ilegal de arma”; y de 2013 otra vez por drogas. En 2016 cayó por robo agravado y, según una versión, salió anticipada­mente de prisión. ■

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