Carmelo Anthony pasó de ícono de la NBA a presente complicado y futuro incierto
Futuro integrante del Salón de la Fama, su inconstancia y la falta de resultados lo alejan de la franquicia texana.
Pocos anotadores más prolíficos que Carmelo Kyam Anthony ha visto la NBA moderna. Ícono del básquetbol estadounidense, del que se hizo figura ya desde pibe; 95° mejor jugador de todos los tiempos según un ranking de la prestigiosa revista especializada Slam y número 68 para otro, elaborado por Bleacher Report.
Todo eso es Melo y, sin embargo, desde hace tiempo está deportivamente confinado casi al ostracismo. Ahora, según varios reportes de la prensa local, está al borde de arreglar una salida de Houston, la franquicia que había estado a punto de derrumbar al campeón Golden State y lo había buscado en el último receso. Sería, si llega a darse, su segundo traspié al hilo luego de un flojo único año en los Oklahoma City Thunder.
A los Rockets, el tiro que significaron las movidas de pretemporada les salió por la culata. El manager, Daryl Morey, dejó ir buena parte de lo que había convertido al equipo en una amenaza para los Warriors ( Luc Mbah a Moute, Trevor Ariza, Ryan Anderson) y se encaprichó con la incorporación de Carmelo, un jugador cuyo rendimiento cayó en picada en los últimos años, que suele pecar de individualista y no parece preocupado por el éxito colectivo. Cuando en 2017 Anthony llegó a Oklahoma, luego de una larga trayectoria en Denver y New York, se le rió a un periodista que lo consultó sobre la posibilidad de aportar como suplente, aunque ahora -quizás consciente de que será su única chance de ser campeónaceptó ese rol.
Los resultados pusieron de manifiesto que fue una pésima elección. Pese a ganar 4 de los últimos 6 partidos, los Rockets siguen penando en el fondo de la tabla de la Conferencia Oeste. El último jueves, Carmelo falló 10 de sus 11 tiros ante Oklahoma. El sábado faltó al juego con San Antonio por “lesión”, pero enseguida cir- culó la información que daba cuenta de que el jugador estaba “en charlas sobre su futuro en el equipo” con los directivos. El coach, Mike D’Antoni, no hizo comentarios esa noche.
El domingo, Anthony volvió a faltar en el duelo con Indiana. Y Morey directamente enfrentó a la prensa: “Me parece muy injusto que, a los 10 partidos de temporada, haya rumores así sobre él. Esta situación es responsabilidad de todos”. Más allá de eso, la cadena ESPN informó que varios jugadores y miembros del staff creen que Melo, de 34 años, no volverá a vestir la camiseta Rocket.
En el plantel, el alero cuenta con uno de sus mejores amigos del ambiente, Chris Paul, quien lo defendió como pudo: “No sé qué se estará diciendo, pero él trabaja con todo cada día”. Dwyane Wade (Miami) y LeBron James (Los Angeles Lakers) son otros de sus compinches y también lo apoyaron en redes sociales. En este marco, Kyrie Irving, figura de Boston, declaró luego de que su equipo -presunto candidato- perdiera 4 de 5 juegos: “Nos vendría bien un veterano con 14 ó 15 años en la liga”. Más de uno lo relacionó como un guiño a la potencial incoroporación de Anthony.
Melo (19° máximo goleador histórico de la NBA y futuro miembro del Salón de la Fama) supo acercar a Denver a la pelea, pero luego de eso -pese a convertirse en ícono de los Knicksnunca más fue parte de un equipo con sueños grandes. Es el menos responsable de este mal momento de Houston. Sí es el responsable de las decisiones que lo llevaron a este espiral descendente en su carrera. En su mejor época privilegió ser la cara de un equipo. Se acordó tarde de que la gloria pasa por otro lado. ■