“Para mí, ‘Kind of Blue’ fue una revelación”
La cantante británica, dueña de un estilo muy personal, abre mañana el festival Buenos Aires Jazz.
“Tener un sonido propio; que se pueda reconocer de inmediato, como Billie Holiday, por ejemplo”. Para la británica Norma Winstone, que mañana abrirá -en trío- el Buenos Aires Jazz (ver Cuándo y Dónde), esa es una condición indispensable para ser una buena cantante. También letrista, Winstone logró desarrollar su propio enfoque sobre el jazz y la improvisación. Una artista que camina por el lado de la vanguardia europea y que formó parte de una de las expresiones más interesantes del jazz contemporáneo de cámara, como lo fue Azimuth, con el que grabó cinco discos para el sello ECM, en el que destacan la imaginación y el equilibrio.
Artista que transita por fuera del radar del jazz mainstream, y que desechó el asfaltado camino de los standards para seguir su propia ruta, Winstone nació en septiembre de 1941, en Bow, en el Este de Londres, y a lo largo de sus más de cinco décadas de trayectoria registró 14 discos como líder. Durante su charla telefónica con Clarín, se muestra reflexiva, serena, relajada...
“Desde mi infancia estuve muy rodeada de música; mis padres disfrutaban escuchando música clásica, ópera y jazz. A los ocho años comencé a estudiar piano y aprendí a leer música. Cuando comencé a cantar, quería hacer los temas de Frank Sinatra”, cuenta Winstone, dueña de una voz y un estilo tan personal que han llegado a definir como lírica no lírica. “Seguía sin sentirme una cantante. Me interesaba mucho más la música instrumental y cuando sentí ganas de cantar no sabía cómo hacerlo. Recuerdo que comencé a estudiar con Al Dukardo, un saxofonista que me enseñó a respirar, con ejercicios y mucho trabajo acerca de cómo producir la voz....”
-Hay un par de discos que usted atesora particularmente: “Ella & Louis” y “Kind of Blue”. ¿Recuerda qué sintió al escucharlos?
-Sí, absolutamente. Ella & Louis fue el primer LP que me compré, y Kind Of Blue fue una revelación para mí, porque cuando terminé de escucharlo me dije: “Esto es lo que deseo hacer: usar la voz de esta manera. Aunque no sabía cómo hacerlo”. -¿Por qué, pese a haber grabado standards, no siguió ese camino? -En mis primeros tiempos canté standards en pubs y casamientos. Pero sabía que no era el material que quería hacer. Mientras, me fui armando un repertorio que terminaría interpretando... Quería encontrar mi propia música.
-¿Cómo vivió la experiencia del trío Azimuth, uno de los grupos de jazz contemporáneo de cámara? -Amábamos tocar juntos. Me gustaba mucho cómo mi voz combinaba con las de ellos, pero teníamos una enorme influencia del jazz clásico. -¿Qué hace a un gran cantante de jazz?
-Muchas cosas. Una de ellas es cómo percibe el tiempo y el ritmo; también ayuda tener una buena voz, pero no es determinante. Si no, pensemos en Billy Holiday. Pero lo que sí es imprescindible es tener un sonido propio; que se pueda reconocer de inmediato. Eso es clave. ■