Un incansable estudioso de la numismática
Fue uno de los fundadores y directores del Centro porteño de la especialidad, investigador y destacado historiador.
A los 82 años, en Buenos Aires, acaba de fallecer el destacado historiador -y especialista en numismática- Arnaldo José Cunietti-Ferrando. Fue uno de los fundadores del Centro Numismático Buenos Aires hace exactamente medio siglo, lo presidió a principios de 1980 y fue el director de su publicación (Cuadernos de Numismática y Ciencias Históricas) por más de cuatro décadas.
Pocos días antes de su muerte, había asistido a la Convención Internacional de Historia y Numismática en Arequipa, donde se le concedió la distinción de “miembro honorario”. Poco antes, fue homenajeado como Huésped Ilustre en Potosí (Bolivia) ya que sus estudios e investigaciones sobre la Casa de la Moneda de Potosí y sus emisiones monetarias lo ubicaron como una eminencia internacional en el tema. Publicó más de 40 obras alusivas.
Había protagonizado una de sus jornadas más felices en 2012, cuando se le designó miembro de la Academia Nacional de Historia. Y también había fundado el Museo His- tórico y Numismático del Banco de la Nación Argentina, el cual cuenta ahora con una importante colección de monedas. Esta obra de notable amplitud permitió reunir, conservar y exhibir las reliquias y objetos vinculados a la trayectoria del Banco Nación, así como testimonios de la historia económica argentina y un excepcional repositorio de piezas hispano-coloniales, argentinas y provinciales.
Entre otras funciones, fue asesor del Banco Central en temas de numismática, presidente del Instituto Bonaerense de esta disciplina y presidente de la Junta de Historia del Barrio de Flores. Se había especializado en la investigación de los barrios de Buenos Aires y así dejó obras como “San José de Flores, el pueblo y el partido”, “Monte Castro, de la chacra al barrio”, “El Libro del Abasto” y “Personajes de la ribera porteña”. Un trabajo sobre las Chacras de nuestra ciudad le demandó más de treinta años de investigación, ya había editado el primer tomo y tenía en preparación un segundo.
“Fue un conocedor como pocos de las primeras familias de la ciudad de Buenos Aires y su genealogía, tras revisar miles de sucesiones, expedientes, alquileres y compraventa de inmuebles”, describió Susana Boragno. También destacó que “fue un hombre muy valioso, digno, buena persona, de gran generosidad y honestidad intelectual. Se fue un gran hacedor”. ■