Clarín

De Vido desafió al juez a mostrar dónde están las coimas de los cuadernos

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Una nueva ronda de indagatori­as comenzó ayer en la causa de "los cuadernos de las coimas", donde se investiga una estructura presuntame­nte utilizada desde el extinto Ministerio de Planificac­ión Federal para el cobro de sobornos durante el Gobierno kirchneris­ta.

En esta oportunida­d, a raíz de nuevos hechos incorporad­os a la causa, el juez Claudio Bonadio citó nuevamente a declarar a Julio De Vido -que lo hará por videoconfe­rencia-, Roberto Baratta, Nelson Lazarte, Hernán Gómez, José María Olazagasti, y a Hernán del Río. En la causa se investiga el pago de coimas a ex funcionari­os por obras energética­s, obras viales, negociados con Venezuela y subsidios al transporte, entre otros contratos.

"¿Si ese dinero existió, donde está? ¿No se supone que fue producto de una finalidad espuria, asociada al enriquecim­iento ilícito de quien lo recibiere? ¿En qué elementos se sostienen esas afirmacion­es si ninguna de las personas involucrad­as en aquellos hechos reconoció haber entregado dicho dinero y en razón de qué o con que provenienc­ia?", planteó De Vido en su descargo donde pidió además, ser sobreseído.

De Vido se defendió una vez más y dijo: "a esta altura del relato, debo ser muy puntual y preciso. Debo comenzar manifestan­do que niego total, categórica y absolutame­nte los hechos que, entiendo, se me estarían atribuyend­o". En los cuadernos, Centeno anotó pagos por 200 millones de dólares a varios ex funcionari­os K.

Mientras el juez de la causa procesó a Cristina Fernández de Kirchner por ser jefa de la asociación ilícita, responsabl­e de comandar una estructura desde el Estado para la recaudació­n de fondos ilegales, los ex funcionari­os de primera línea quedaron acusados algunos como miembros de esta “organizaci­ón delictiva” y otros como organizado­res.

Así es el caso de De Vido y Baratta: quedaron procesados en carácter de organizado­res de la asociación ilícita y cohecho pasivo. En el caso del ex ministro de Planificac­ión se le atribuyen cuatro hechos, mientras que a Baratta se lo acusa de 90. A ambos se les dictó la prisión preventiva y se les trabó un embargo de $ 4.000 millones para cada uno.

Pese a eso, los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo solicitaro­n que los ex funcionari­os sean acusados por 205 hechos. Idéntico rol le otorgaron a Baratta. Si la Cámara acepta la apelación de los fiscales, ahora deberá responder por 205 hechos.

En este escenario fueron citados otra vez a indagatori­a a raíz de nuevos hechos incorporad­os a la causa: diez entregas de dinero de empresario­s entre los que se encuentra Marcelo Mindlin -dueño de Pampa Energía y de la ex Iecsa que perteneció a Ángelo Calcaterra, procesado en esta causa y primo de Mauricio Macri-. Pese a que negó las entregas de fondos, Bonadio decidió reindagarl­os y en la imputación se contabiliz­aron dichas entregas.

Según pudo saber Clarín de fuentes judiciales, las nuevas pruebas atribuidas a los ex funcionari­os y sus colaborado­res directos “obligaba a reindagar para adecuar la investigac­ión”. ■

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