La aceptación del pago extra, según el tamaño de las empresas
“Ser y parecer”, fue el titulo que el Cicyp ( Consejo Interamericano de Comercio y Producción) eligió ayer para despedir la gestión de tres años a cargo de Adrián Werthein con una convocatoria empresaria pocas veces vista y también con un diagnóstico común en cuanto a la profundidad de la crisis y opiniones diversas acerca de cómo y cuándo se sale. Pero las inquietudes se centraron en el bono de $ 5.000 lanzado por decreto.
Daniel Funes de Rioja, vice de la Unión Industrial Argentina, que sucederá a Werthein al frente del Cicyp, advirtió que si bien se contempla flexibilidad, las empresas tienen que justificar junto con el sindicato o la comisión interna su situación particular ante la Secretaría de Trabajo para obtener más plazo y ayuda para hacer frente al bono.
“Hay muchas pymes doloridas, sobre todo en el interior y se le va a hacer muy difícil afrontar el pago del bo- no, más aún con este nivel de tasas de interés”, señaló el dirigente.
Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, aceptó que para empresas de ese tamaño, el bono no es una complicación. Una visión que comparten otras automotrices como Toyota que está exportando grandes volúmenes y conserva tres turnos de producción.
Para los supermercadistas, “el bono es una exigencia más dentro del apremio por compromisos como el aguinaldo en un contexto de caída de ventas”, señalaron.
La baja de la actividad se siente hasta en el negocio de los Aeropuertos. La caída llega a 10% por la baja de venta de pasajes que aún no compensa la entrada de turistas del exterior. ¨Para 2019 esperan otro descenso adicional de 7%.
Los textiles comentaron que más que pagar bonos están evitando cerrar fábricas. Ayer fue el turno de Tileye que cerró su planta textil ubica- da en Catamarca y despidió a 50 trabajadores de una fábrica que había sido inaugurada hace 35 años.
Casi todos los empresarios exhibieron dudas acerca del destino del dinero del bono. “Esperamos que se vuelque al consumo, pero muchos pueden trabajadores llegar a utilizarlos para pagar tarifas y deudas atrasadas”.
Rattazzi deslizó que se había encontrado con la delegación del FMI y especialmente con Roberto Carderelli. “No había visto semejante sintonía con el equipo económico, no existía hasta ahora, vamos a salir”. Un dato: el FMI fue consultado por el bono y todo indica que lo aceptó sin chistar.
Funes de Rioja soltó una hipótesis. Según su razonamiento. es clave para el FMI que a la Argentina le vaya bien. “Somos casi un caso piloto que va a servir para encontrar una salida a Venezuela”. ■