Los chicos sobrellevan la travesía entre pelotas, patinetas y carreras
Migrantes. Unos 400 menores son parte de la caravana de centroamericanos que llegaron en los últimos días a Tijuana, en México. Más de 60 de ellos viajan solos.
Quizá sean los más cansados y fastidiados, pero una pelota o una patineta basta para sacarles fuerzas quién sabe de dónde para ponerse a jugar. En Tijuana, frente a la frontera con Estados Unidos, cientos de chicos que integran la caravana de migrantes centroamericanos también esperan poder cruzar la valla hacia Estados Unidos para pedir asilo.
Son las 9 de la mañana en Tijuana y en el albergue que se instaló en el deportivo Benito Juárez ya se escucha el barullo de los niños que se han levantado antes que sus padres para hacer lo que mejor saben, jugar. Tras una noche más de sueño incómodo y con casi 40 días de travesía, los chicos, aún sin probar alimento, comienzan su jornada a todo ritmo, mientras unos corren persiguiéndose entre ellos, otros patean una pelota y los más pequeños comparten los juegos infantiles del deportivo.
Las autoridades informaron que más de 400 niños forman parte de la caravana migrante, que con unos 3.000 integrantes llegó esta semana a Tijuana y que espera reagruparse para pedir asilo político en Estados Unidos o refugio en México.
Rodeados de cámaras fotográficas y de video de los reporteros que cubren la caravana, para ellos todo parece un juego a pesar de que su largo periplo, parte a pie, parte en micros o camiones, y sus estancias en distintos albergues de México sean igual o quizá más difíciles de llevar que para los adultos con los que viajan.
Según datos de autoridades mexicanas hasta ayer había 11 migrantes en edad lactante (0 a 11 meses), 99 en edad preescolar (1 a 4 años), 159 en edad escolar (5 a 11 años) y 163 adolescentes (12 a 17 años). Además, entre ellos hay 62 que viajan solos y están en la franja de los 14 a los 17 años.
“El primer tema a atender es la salud. En el albergue hay muchos niños enfermos (resfriados o con infecciones estomacales). Son un gru- po altamente vulnerable y ello se da por la edad, el peso. Requieren de atención prioritaria además de garantizar su alimentación y estancia en un espacio digno”, dijo a EFE la presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California, Melba Adriana Olvera.
La Cámara de Diputados de México solicitó recientemente al Instituto Nacional de Migración colaborar con el Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) para atender y proteger a los chicos de la caravana, especialmente a los que viajan solos.
Además, los legisladores pidieron establecer oportuna y pronta comunicación con las representaciones consulares de los países de origen de los menores no acompañados para implementar procedimientos de protección consular, alojamiento y situación jurídica, de acuerdo con los estándares internacionales en materia de protección de derechos humanos de los migrantes.
Según cifras de Unicef, unos 2.300 niños migrantes ingresaron a México entre el 19 y 22 de octubre. La entidad ha pedido al gobierno mexicano que se respeten sus derechos humanos. ■