Clarín

Estimaron que el agua de mar le entró al submarino por tres agujeros

- Daniel Santoro dsantoro@clarin.com

La implosión del submarino ARA San Juan habría sido provocada, en principio, por “tres ingresos de agua de mar”, según un primer análisis de las tres fotografía­s que se conocieron del naufragio y el buque habría chocado con la proa en el fondo del mar.

El capitán de fragata, ingeniero y ex jefe de inmersión del submarino San Juan, Horacio Tobías, analizó las fotos junto a Clarín y dio una primera hipótesis de qué pasó luego de la implosión del buque el 15 de noviembre de 2017 cuando llegó a una profundida­d de 468 metros.

La hipótesis más probable de la causa del accidente, que estará incluida en el informe que tres expertos entregarán al ministro de Defensa Os- car Aguad supone que durante la tormenta del 14 de noviembre entró agua a las baterías de proa por la válvula Eco19 que provocó un principio de incendio. El comandante del buque, Pedro Fernández, ordenó luego ir a un plano profundo (40 metros) y después por una chispa hubo una explosión provocada por el hidrógeno de las baterías que mató o neutralizó a la tripulació­n. Luego el submarino se fue a pique e implosionó a los 468 metros de profundida­d con una energía equivalent­e a 2 mil kilos de TNT y 20 minutos más tarde chocó contra el fondo, donde fue hallado a 907 metros.

En principio, el experto Tobías estimó que por la foto difundida “la vela se ve desprendid­a y casi intacta sin un bollo” y al lado se observa el “quinto cojinete del periscopio de ataque”. En el caso de que dentro de la vela esté arrancada “la garita de escape” -que se une al casco resistente- se habría producido un “agujero terrible”. La “garita de escape” está construida también con chapa de acero resistente de 33 milímetros de espesor y luego se une a la escotilla de salida. El análisis se basa en la hipótesis de que el casco resistente del submarino estaría entero, situación que recién se verificará cuando lleguen las demás fotos. La foto de la proa del submarino muestra que le faltan las chapas de los seis tubos lanza torpedos (TLT, en la jerga marina). Tobías dijo que se ve en la foto que “le faltan los tanques de lastre de proa 3 y 4, el sonar y el ancla. Supongo que todo desapareci­ó cuando la proa habría chocado primero contra el lecho marino”. Dentro del tanque de lastre se transporta­n 15 botellas de aire comprimido de 265 litros cada una. En principio, en la proa falta la puerta externa que podría haber sido un segundo ingreso del agua. “Por otros indicios, se puede presumir que en la caída primero pegó con la proa en el hecho marino”, dijo Tobias. El tercer ingreso de agua pudo haber sido por la llamada “bocina” de la popa por donde sale el eje de la hélice. La “bocina” es un sello hidráulico que evita que entre el agua. La hélice se encontró clavada en el fondo del mar y a varios metros del casco resistente. Está ubicada en la parte cónica y rodeada por una chapa llamada “cola de pato”. Para Tobías la implosión arrancó el eje y por allí también habría entrado agua. ■

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