Italia quiere ahora embargar al Aquarius, el barco que rescata a los migrantes
Ordenó el secuestro del buque y acusó a la ONG Médicos Sin Fronteras de tratamiento ilegal de “residuos peligrosos”.
Fiscales italianos ordenaron ayer secuestrar el buque de rescate de migrantes Aquarius y acusaron a la organización Médicos Sin Fronteras de deshacerse ilegalmente de 24 toneladas de desperdicios médicos y contaminados acumulados durante casi 50 rescates. La decisión, en línea con las posturas contrarias a los inmigrantes del nuevo gobierno de Roma, implica un nuevo golpe para las ONGs que rescatan migrantes en el mar.
Los fiscales en la ciudad siciliana de Catania dijeron ayer que investigaban a 24 personas, incluido el personal del grupo en Italia y a la tripulación del Aquarius. Los fiscales los acusaron de trabajar con una empresa naviera siciliana para mezclar de- sechos médicos y “contaminados”, tales como ropa de migrantes, con otros desperdicios para ahorrar dinero. Los funcionarios del ministerio público ordenaron el secuestro del Aquarius, que se encuentra anclado en Marsella, Francia, y la incautación de 460.000 euros (526.000 dólares), que según ellos es la suma ahorrada por el grupo al no deshacerse en forma debida de los desperdicios.
La ONG médica, que fleta el Aquarius desde el año 2016 junto la organización SOS Mediterráneo, denunció la reacción judicial italiana como “una medida desproporcionada e instrumental, destinada a criminalizar por enésima vez la acción médicohumanitaria en el mar”.
Ayer, MSF anunció que presentará un recurso de apelación y recalcó que durante estos años no han recibido ninguna amonestación o alerta sobre las basuras por parte de Roma. “Trabajamos en países donde azota el virus de ébola y de cólera. Acusarnos de ser irresponsables con ello es simplemente ridículo”, lamentó Marco Bertotto, delegado de MSF en Italia.
Desde 2014, esos organismos de rescate de inmigrantes han salvado del mar a más de 120.000 “sin papeles” frente a las costas de Libia. Pese a ello han sido blanco de interminables ataques políticos, tanto de la izquierda como la derecha, que han tratado de impedirles su labor con medidas judiciales y administrativas. Por eso varias organizaciones suspendieron sus actividades o trabajan en otras zonas del mundo, mientras sus barcos permanecen meses bloqueados en puertos de Italia o Malta.
Pero las autoridades de Roma han acusado a su vez a las ONGs de orientar sus barcos únicamente a los puertos de Italia, sin hacer lo mismo con sus países de origen, en especial Francia y España. Con ello, hay sobrepoblación de inmigrantes en los centros oficiales de acogida italianos, en el país que ha recibido más “sin papeles” del área mediterránea desde que estalló la crisis inmigratoria por la guerra en Siria. El hecho disparó las protestas entre muchos sectores italianos y ha sido el caldo de cultivo sobre el que se montó la plataforma xenófoba de la Liga Norte, el partido al que responde el viceprimer ministro y titular de Interior, Matteo Salvini.
Desde principios de octubre el “Aquarius” está en Marsella (Francia), sin una bandera que le permita navegar después de que le retiraran las de Gibraltar y Panamá. “No hemos recibido ninguna solicitud oficial sobre Aquarius”, aseguró a la AFP, el fiscal de Marsella, Xavier Tarabeux.
“He hecho bien en bloquear la entrada de los barcos de las ONGs a los puertos de Italia”, aseguró tras cono- cer la noticia el ministro Salvini, emblema de la política de mano dura contra la inmigración. “Detuve no solo el tráfico de iilegales sino también de desechos tóxicos”, comentó.
Gracias a acuerdos con Libia, Italia ha visto reducir notablemente el número de llegadas a sus costas. Este año registró 22.500 llegadas a sus costas, una baja del 80% respecto a años anteriores. El Aquarius se convirtió en un símbolo de la batalla en torno a la migración cuando el gobierno populista italiano le prohibió entrar a los puertos del país. Según la Organización Internacional para las Migraciones, la ausencia de socorro en el mar convirtió al Mediterráneo en un cementerio y se calcula que sólo en este año murieron 1.267 “sin papeles” intentando cruzarlo. ■