“¡Soltame el brazo! ¿Qué hacés?”, el ruego de Khashoggi antes de ser asesinado
Se oyen gritos y ruidos de torturas, también llamadas telefónicas a autoridades sauditas en Riad para informar.
Más de un mes después de que el periodista saudita Jamal Khashoggi fuera asesinado en el consulado de su país en Estambul, Turquía mantiene la presión sobre el gobierno de Arabia Saudita. Ayer martes, el popular sitio web turco Habertürk, y luego el diario Hurriyet, publicaron una transcripción de las grabaciones del momento del crimen, facilitadas por servicios de inteligencia turcos. “¡Soltame el brazo! ¿ Qué hacés?”, dice Khashoggi en los momentos finales antes de su muerte en el consulado saudita, el 2 de octubre. Se cree que el periodista de 59 años exilado en EE.UU. y columnista del diario The Washington Post, fue asesinado y descuartizado en siete minutos.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan reconoció hace tiempo la existencia de grabaciones, que entregó a varios países, entre ellos a Estados Unidos. Algunos fragmentos se filtraron a medios de comunicación turcos, pero no las grabaciones difundidas ayer. El último fin de semana, Donald Trump dijo que no quería oír las grabaciones -entregadas a la CIAporque lo que se oía era “muy violento, despiadado y terrible”. La propia CIA responsabilizó al príncipe Mohamed bin Salman por el crimen, según publicó The Washington Post.
Las grabaciones difundidas ahora documentan una disputa de siete minutos entre el periodista y cuatro atacantes, donde se oye cómo Khashoggi es llevado a otro sector del consulado. Una segunda grabación dura cuatro minutos, se oyen ruidos de torturas. Luego hay registros de llamadas telefónicas a Arabia Saudita.
Khashoggi era un duro crítico del príncipe heredero Mohamed bin Salman, verdadero poder detrás del trono en Arabia Saudita. En las grabaciones, se oye cómo Khashoggi ordena a sus asesinos que lo suelten. Se oye también la voz de alguien que llama “traidor” al periodista y le advierte que “deberá rendir cuentas”.
El audio revela conversaciones entre el “equipo de asesinos” que viajó a Estambul a matar al periodista. Se oye la voz de uno de los asesinos, quejándose porque tiene que ponerse la ropa de Khashoggi, cosa que no le agrada. Ese mismo hombre, según las imágenes tomadas por cámaras de seguridad, se disfraza de Khashoggi y sale del consulado saudita en Estambul, para simular que el periodista en realidad salió vivo de allí.
El cadáver de Khashoggi habría sido disuelto en ácido, para no dejar rastros. Apenas entró al consulado, un hombre lo agarró del brazo. Se oye al periodista ordenar que lo suelten. Cuatro hombres lo estaban esperando y lo llevan a otra oficina (la “unidad B”) del consulado, donde hay oficinas administrativas y se oye una “pelea verbal, ruidos de pelea física, golpes y torturas”, dicen los medios turcos. En este momento, el análisis de las grabaciones distingue ya siete voces diferentes, entre ellas la de Maher Abdelaziz Mutreb, hombre cercano al príncipe Mohamed bin Salman. ”¡Traidor! ¡Vas a rendir cuentas!”, se oye decir a Mutreb en una segunda grabación. Y también se escucha la voz del cónsul saudí, Muhammad al-Uteybi. Luego, desde una oficina en un piso superior, se registran llamadas a Riad, la capital de Arabia Saudita. El primer llamado sucede 13 minutos después de que Khashoggi entrara al consulado.
Una hora después, una voz de hombre dice que “es escalofriante ponerse la ropa de un hombre que matamos hace veinte minutos”. Incluso este hombre se queja porque los zapatos de Khashoggi son muy chicos. Entonces alguien le dice que conserve los suyos. Este hombre sería quien luego aparece en las cámaras de seguridad, identificado como Mustafa al-Madani, caminando por Estambul.
En cuanto a Mutreb, es un acompañante del príncipe Mohamed Bin Salman. Su voz se oye en 19 charlas telefónicas con Arabia Saudita. Cuatro de esas charlas fueron con el asesor personal del príncipe, Saud Al Kahtani.
Arabia Saudita dio varias versiones de los hechos, hasta admitir que un equipo de 15 hombres viajó a Estambul a buscar a Khashoggi para llevarlo a su país, pero “en el intento por convencerlo”, la situación se salió de control y lo mataron. El fiscal general saudita pidió pena de muerte para 5 detenidos por los hechos. En total hay 21 detenidos. Sin embargo, el fiscal saudita aclaró que el príncipe Mohamed Bin Salman no tuvo nada que ver con el asesinato. ■