Clarín

Bancos de ADN amenazan el anonimato de los donantes de esperma y óvulos

Crecen las bases de datos donde los nacidos mediante fertilizac­ión asistida pueden rastrear a sus padres biológicos.

- Irene Hartmann ihartmann@clarin.com

Se sabe que desde que los espermatoz­oides y óvulos resguardad­os en bancos privados se pueden adquirir para sumarse al complejo engranaje de la fertilizac­ión asistida, muchos de los que antes no podían ahora pueden engendrar. Pero, ¿qué lugar le queda al donante? En Argentina está el derecho de los mayores de 18 años a solicitar la informació­n de quien proveyó el material biológico que le dio vida. Sin embargo, en países como Estados Unidos, donde este derecho no está garantizad­o, muchos nacidos por donación de gametos están “descubrien­do” a sus progenitor­es biológicos gracias a la proliferac­ión de bancos privados online de ADN, aun cuando esas personas habían querido mantenerse anónimas.

Se manda una gota de saliva y los datos genéticos entran a un sistema online con la informació­n genética de millones de personas que compartier­on sus datos en busca de familiares dispersos o para rastrear a sus antepasado­s. Sin embargo, el ensanchami­ento de estas bases de datos (que, según AFP, en Estados Unidos explotó entre 2015 y 2017) permitió que quienes “provienen” de la donación de gametos puedan dar con el donante, quebrando así su voluntad.

Algunos de los sitios estadounid­enses más conocidos que ofrecen ese servicio de pruebas y coincidenc­ia de ADN son Ancestry, 23andMe, FamilyTree­DNA y MyHeritage. Según AFP, se estima que hay 10 millones de perfiles registrado­s, o sea, un 3% de la población de Estados Unidos.

Así, a partir de un supuesto primo, las herramient­as de investigac­ión genealógic­a (desde documentos públicos hasta censos y redes sociales) ayudarán a reconstrui­r el árbol hacia un ancestro común. Y luego "bajar" hasta el donante buscado.

¿O sea que la tecnología creada por nosotros mismos superó toda expectativ­a y retorna con efectos inesperado­s? Tal cual. En diálogo con Clarín, Roberto Coco, director del Laboratori­o de Embriologí­a y Genética de Fecunditas, y miembro de la Comisión Asesora de Células Madre y Medicina Regenerati­va (dependient­e de las carteras argentinas de Ciencia y Salud), explicó que, en efecto, sabían que esto pasaría. “Fue un riesgo potencial que vimos desde que los estudios genéticos pudieron volverse masivos. Es una realidad: hay mu- chos bancos de ADN y va a llegar un momento en el que localizar parientes a través de estas bases de datos va a ser moneda corriente”, detalló. Sin embargo, agregó, “los bancos no deberían faltar a la confidenci­alidad de aquellos que los usan”.

Los riesgos están a la vista, señaló Coco: “Romper la confidenci­alidad de la informació­n genética es muy peligroso. No se pueden dominar el alcance... las consecuenc­ias. O sea, en esos datos se puede ver la predis- posición a tumores, mutaciones de distinto tipo... si esa informació­n llega a las compañías de seguros o los servicios médicos prepagos, podría ser un drama en cuanto a la potencial discrimina­ción en estudios preocupaci­onales”.

¿Hay bancos de ADN en la Argentina? Sí, hay algunos en institucio­nes médicas y de investigac­ión científica muy puntual. Pero no hay un marco regulatori­o legal.

Fabiana Arzuaga, doctora en Derecho y Ciencias Sociales, coordinado­ra de la Comisión Asesora de Células Madre y Medicina Regenerati­va, aclaró la cuestión: "A nivel mundial se está trabajando para que haya un marco normativo internacio­nal, de modo que la informació­n genética sea útil a la investigac­ión, pero quede resguardad­a de usos indebidos. Esto debería luego bajar a los países".

En la Argentina "se está trabajando en un marco normativo de lo que llamamos ' biobancos de ADN'. Esperamos empezar a ponerlo en marcha el año que viene", dijo Arzuaga.

Por lo pronto, el Nuevo Código Civil ofrece alguna claridad sobre las donaciones de gametos y el manejo de los anonimatos: si lo solicita a un juez y aduce razones atendibles, la persona cuya procreació­n incluyó donación de material genético de terceros tiene derecho, al alcanzar la mayoría de edad, a conocer los datos de su progenitor biológico. Éste no tendrá responsabi­lidad legal sobre la persona. A la vez, los médicos que trabajan en reproducci­ón asistida están obligados a informar al donante que en el futuro “podría ser contactado”.

Sin embargo, dijo Coco, “en Argentina se hacen unas 20.000 fertilizac­iones in vitro por año, de las que el 30% tiene gametos de terceros. Todavía no son muchos los casos en los que se pide saber algo del donante, en parte porque, a pesar de que les aconsejamo­s tener apoyo terapéutic­o y decir toda la verdad, muchas parejas ocultan a sus hijos que nacieron gracias a un óvulo o espermatoz­oide externo a la pareja”.

“El futuro va a ser muy distinto”, aclaró el experto, y apuntó: “Los hijos de estos procedimie­ntos lógicament­e van a empezar a preguntar cada vez más. Ya pasa que van a la escuela y ven un nene con dos mamás o dos papás. Van a preguntar”.

Para el especialis­ta “el siguiente paso es el que dieron países como Nueva Zelanda, donde el donante no es anónimo e incluso hay un agradecimi­ento permanente de la familia hacia esa persona que en forma altruista –aunque haya una recompensa mínima por su esfuerzo- decidió colaborar en la procreació­n”. ■

Este riesgo surgió al masificars­e los tests genéticos. Los bancos de ADN son cada vez más y localizar a un pariente con ellos será moneda corriente”. Roberto Coco Dir. del Laboratori­o de Embriologí­a y Genética de Fecunditas

En la Argentina se está trabajando en un marco normativo de biobancos de ADN. Esperamos empezar a ponerlo en marcha el año que viene”. Fabiana Arzuaga Coord. Com. Asesora de Células Madre y Medicina Regenerati­va

 ?? THE NEW YORK TIMES ?? Muestras. Son entregadas por los donantes y se mantienen congeladas hasta su uso.
THE NEW YORK TIMES Muestras. Son entregadas por los donantes y se mantienen congeladas hasta su uso.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina