Hubo control antidóping sorpresa para los dos planteles
Una sorpresa alteró la actividad de los dos planteles, del de Marcelo Gallardo y también del de Guillermo Barros Schelotto.
En el River Camp de Ezeiza, el Muñeco había dado inicio a la práctica con una entrada en calor y actividades tácticas. Pero entonces llegó un enviado de la Conmebol que cambió los planes: era el encargado de un antidóping sorpresa. Todos los jugadores de River inscriptos en la lista de buena fe de la Libertadores fueron sometidos a los exámenes. Acostumbrados a este tipo de prácticas, no tuvieron problemas: llenaron sus frasquitos y volvieron a la práctica.
No es la primera vez en esta edición del certamen continental en que River recibe esta visita. En la previa del duelo de ida con Independiente por los cuartos de final, un emisario de la Conmebol fue a Ezeiza a realizar el control.
Boca, que recibió la inspección de la Unidad Antidopaje de la Conmebol antes del choque con Cruzeiro, esperaba a los enviados y también llegaron en el mediodía de este martes a Casa Amarilla.
En grupos, los jugadores fueron sometiéndose a los controles de orina de la Conmebol, en la previa de la esperada Superfinal.
Se trata de controles “Out Competition” que se enmarcan dentro de las nuevas normativas de la FIFA en la materia, con la cual cada confederación tiene la potestad de llevar a cabo los controles en los seis meses previos a cualquier competencia y sin un plazo obligatorio para informar.