Clarín

Hallan muerto en un albergue a un periodista que estaba desapareci­do

Martín Nahuel Licata, de 27 años, fue hallado muerto en un albergue de Flores. Su madre lo reconoció anoche.

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Martín Licata, de 27 años, había salido el sábado por la mañana de su casa en Floresta, sin documentos. Iba a la facultad de Filosofía y Letras. Desde entonces su familia le perdió el rastro y su búsqueda se complicó al no tener identifica­ción. Su cuerpo fue encon- trado ese sábado en un albergue transitori­o de Flores. Desde entonces estuvo en la morgue judicial hasta que anoche su madre lo reconoció. Licata escribía para tres portales y en un principio se sospechó que su desaparici­ón tenía relación con esa actividad.

Mónica Licata no tuvo dudas al ver ese cadáver que había ingresado como NN a la morgue judicial y que llevaba en ese depósito casi 96 horas. Se trataba de su hijo, Martín Nahuel, a quien buscaba desesperad­amente desde el sábado 17, cuando salió de la casa familiar en Floresta rumbo a la facultad de Filosofía y Letras.

Martín Nahuel Licata (27 años) trabajaba como periodista en La Batalla Cultural, Kontrainfo y Sudestada. Semanas atrás, algunos de sus artículos, de tono generalmen­te crítico hacia la situación político-económica del país, le habían generado varios cruces en las redes sociales, con el nivel de agresivida­d que suele existir en esos foros.

Por ese motivo, su mamá Mónica, su hermana Mariel y sus amigos se preocuparo­n al comprobar que Martín no respondía llamadas ni devolvía mensajes desde el mediodía del sábado. Ese mismo día, personal de limpieza de un albergue transitori­o ubicado al 3000 de la calle Ramón Falcón, en Flores, encontró en una de las habitacion­es el cuerpo sin vida de un hombre de menos de 30 años, 1,85 metro de estatura y barba de unos pocos días. Entre sus ropas, un pantalón negro y una camisa azul, sólo ha- llaron 60 pesos. No había documentos que permitiera­n identifica­rlo.

Luego de las diligencia­s policiales, el cadáver fue trasladado a la morgue judicial.

Mientras tanto, como las horas transcurrí­an y Licata no daba señales, sus familiares presentaro­n un recurso de hábeas corpus en la fiscalía número 5, a cargo del doctor César Troncoso.

Desde esa repartició­n se comunicaro­n anoche con Mónica para pedirle que se acercara hasta la morgue judicial. Allí reconoció a su hijo.

De acuerdo a las primeras versiones, Martín ingresó al hotel de Ramón Falcón poco antes del mediodía del sábado. Lo hizo en compañía de una chica de 25 años.

Alrededor de dos horas más tarde, la mujer se retiró el lugar. Según el conserje, quiso retenerla, pues no se permite que una persona entre acompañada y se vaya sola, pero “ella se escapó”. Deberá explicar por qué no dio aviso a la Policía.

También de acuerdo con los comentario­s que trascendie­ron, las manos de Martín estaban atadas con medias al cabezal de la cama y su cuello presentaba signos de ahorcamien­to. En función de estos detalles, la primera hipótesis de la investigac­ión es la de un juego sexual con final trágico.

Será clave ubicar a la persona que entró con Martín y, con él ya muerto, huyó del sitio de la tragedia. ■

Licata se desempeñab­a en tres portales y había tenido varios cruces en las redes por sus textos.

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Imagen. Una de las fotos que se habían difundido para hallar a Licata.
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Dolor. Mónica, madre de Martín, sale de la morgue judicial.

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