Europa abre la puerta para sancionar a Italia por su alta deuda y el elevado rojo fiscal
La Comisión Europea rechazó el presupuesto de 2019 que incluye un déficit público del 2,4%, estimado como excesivo por Bruselas. Y abrió un proceso a Roma, cuyo gobierno populista busca más dinero para cumplir con sus promesas electorales.
La Comisión Europea reunida en Bruselas bochó ayer a la mañana definitivamente el documento programático de presupuesto para 2019 del gobierno populista italiano. La decisión es de gran importancia porque tendrá enormes repercusiones políticas en Italia y en toda la región. De hecho se ha abierto a nivel comunitario el procedimiento por déficit excesi- vo que será operativo el 22 enero y podría llevar a castigos sin precedentes.
Italia tiene una deuda pública de 2,1 billones de euros (millones de millones). En volumen, es la cuarta del mundo. La Unión Europea (UE) le rechazó un borrador presupuestario expansivo que pretende un 2019 con un crecimiento del 1,5% tomando más deudas en los mercados con la venta de títulos públicos y naturalmente el aumento del gigantesco débito estatal.
El hombre fuerte populista, el xe- nófobo Matteo Salvini, ministro del Interior y vicepremier, comentó la próxima llegada de la carta de la UE con las malas noticias, afirmando en tono burlón: “Yo en realidad estoy esperando una carta de Papa Noel”.
Pese a su estilo agresivo, Salvini, que aspira a ser el líder de los soberanistas de extrema derecha de Europa para “refundar” la alianza de 27 países, sorprendió a todos el martes al afirmar que se podría “bajar la exposición” de la deuda italiana. Una posición novedosa que revela un re- pentino realismo.
En última instancia, el proceso de la UE contra Roma podría suponer sanciones de entre el 0,2 % y el 0,5 % del PIB italiano (entre 3.450 millones y 8.625 millones de euros, aproximadamente). En un editorial de primera página del diario Corriere della Sera, el ex director Ferrucio Di Bortoli escribió: “Estamos al borde del precipicio y el gobierno parece no percibir el peligro real”. El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, número dos del partido de Silvio Berlus- coni Forza Italia, comentó que “me siento muy preocupado porque estamos aislados”.
La comisión aprobó o brindó objeciones a los presupuestos para el año próximo de los 27 socios comunitarios. El único rechazo fue contra el gobierno italiano.
El pedido de la Unión Europea de pesadas correcciones de las cuentas públicas a partir del 22 de enero próximo, cuando será efectivo el procedimiento por déficit excesivo, podría reclamar una disminución de la deuda. El año que viene obligaría a recortes en los gastos por 20 mil millones de euros.
Esa cifra devoraría los subsidios para los pobres, beneficios para jubilados y otros gastos sociales proyectados en la maniobra financiera italiana. Para los dos partidos populistas (la Liga de Salvini y el Movimiento 5 Estrellas de Luigi Di Maio), que gobiernan en una alianza y controlan el 66% del Parlamento, éste es un peligro mortal porque obligaría a no cumplir las vastas promesas electorales que los llevó a la victoria en las urnas en marzo pasado.
Fuentes del gobierno señalaron, en su primera reacción a la noticia del bochazo europeo, la voluntad de no modificar el presupuesto presentado, pero ofrecer detalladas explicaciones de los objetivos y parámetros comprendidos en la ley.
El primer ministro Giuseppe Conte cenará el sábado en Bruselas con el presidente de la Comisión Ejecutiva de la UE, Jean-Claude Juncker, de
Luxemburgo, que ha sido blanco de repetidas pullas por parte del hombre fuerte populista Salvini por sus presuntos excesos alcohólicos.
El premier Conte presentará un dossier a Juncker “muy técnico y con muchas páginas”. Conte dijo que está convencido “de la solidez de la maniobra y de nuestro impacto económico”, que incluye un programa de 18.000 millones de euros de privatizaciones de inmuebles estatales.
Ante la prensa en Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, y el comisario económico, Pierre Moscovici, frecuentes blancos de las polémicas con los populistas italianos, dijeron que la presentación del gobierno de Roma “no persigue el bien de los ciudadanos italianos, sino que aumenta el riesgo de hacer más pesado el peso de la deuda sobre sus espaldas”.
El clima de permanente confrontación con los líderes europeos por parte de Salvini y otros personajes de la alianza populista ha ayudado a incrementar la desconfianza mutua. Moscovici dijo que la lucha contra la austeridad que se anuncia con la maniobra “llevará a más austeridad”.
Moscovici, que es un funcionario francés, aseguró además que se había encontrado muchas veces con el ministro de Economía, Giovanni Tria, “pero nunca hemos recibido respuestas a nuestras demandas sobre la deuda, el déficit y el crecimiento”. El comisario de la comisión se preguntó entonces “quién pagará el costo de los mayores gastos”.