El Mercado de Hacienda de Liniers demora su mudanza y definen qué harán con el predio
Debía irse a fin de año, pero la Ciudad volvió a pedir una prórroga hasta diciembre de 2019. Es porque hubo un retraso en la compra del terreno en Cañuelas, donde funcionará. Aprobaron el plan para urbanizar el actual complejo de Mataderos.
El Mercado de Hacienda no se irá en diciembre de Mataderos. El Ejecutivo porteño pidió a la Legislatura que extienda la concesión por un año más. El proyecto de ley ya ingresó y sería aprobado en las próximas semanas. Tanto funcionarios como integrantes de la sociedad que administra el mercado dicen que será la última prórroga, aunque hasta ahora los plazos jamás se cumplieron: desde 2001, una ley prohíbe la entrada de ganado a Capital, pero nada cambió.
El Gobierno de la Ciudad, el ex Ministerio de Agroindustria -ahora Secretaría- y el Mercado de Liniers S.A. firmaron en junio de 2017 un acuerdo que ponía a diciembre de este año como fecha de desalojo. Por esos dí- as, un terreno cedido por el Estado frente al Mercado Central en La Matanza iba a ser la nueva sede. Pero no prosperó. Después se dijo que Ezeiza era el destino. El intendente Alejandro Granados salió en marzo a darle la bienvenida a los consignatarios. Pero tampoco hubo avances. Recién hacia fines de junio el traslado entró en etapa de definiciones, con la compra de tierras en Cañuelas.
La reubicación será en un predio privado de 110 hectáreas en la Ruta 6, en las afueras de Cañuelas. Ahí, donde hoy hay sólo campo, deberá trasladarse toda la operatoria de Mataderos. Según los planes, un tercio de las tierras serán ocupadas por la actividad y el resto formará parte de un polo agrocomercial. Consignatarios y funcionarios porteños explican que tal desarrollo demanda tiempo. “Por su importancia económica, el Mercado no puede estar ni un día cerrado. La actividad tendrá que terminar un viernes en Mataderos y empezar un lunes en Cañuelas”, repiten.
En el terreno adquirido, según dijeron consignatarios a Clarín, se están haciendo estudios geológicos, de suelo y de impacto ambiental. En enero empezaría la construcción y la puesta en marcha sería en los primeros días de 2020. Dos semanas atrás, el concesionario del Mercado firmó con Agroindustria y el Gobierno porteño otro acuerdo para postergar la salida de la Ciudad hasta el 31 de diciembre de 2019, documento que deberá ser ratificado en la Legislatura.
Mientras tanto, el jueves pasado los legisladores aprobaron en primera lectura una serie de normas sobre qué deberá hacerse en el predio de Mataderos, una vez que la hacienda se mude a la Provincia. El Mercado (mal llamado “de Liniers”, porque queda en Mataderos) funciona desde 1902 y en 1992 fue privatizado. Queda en tierras nacionales y ocupa 36 hectáreas. De ellas, el 35% quedará en manos de Nación, que lo usará para la construcción de viviendas y el 65% restante pasará a la Ciudad.
Sobre la porción que quedará bajo dominio porteño hay varios planes. El proyecto de ley aprobado le exige al Ejecutivo de la Ciudad garantizar una solución habitacional a familias que hoy viven en la construcción que está detrás de la estatua de El Gaucho Resero, en Avenida de los Corrales y Lisandro de la Torre. Dentro del edificio viejo hay 23 familias, algunas dicen tener título de propiedad, otras certificados; algunas son segunda o tercera generación de trabajadores del mercado, otras no.
Además, “la idea general del proyecto es construir un parque temático, un polo de la tradición y la carne”, dijeron fuentes del Gobierno porteño a Clarín. Está programado armar un museo de la carne, otro del vino; instalar restaurantes; mover la feria que se hace todos los domingos en la Avenida de los Corrales al interior del predio; y construir una pista de destrezas con caballos. La Legislatura definió que la ocupación del suelo sujeto a concesión no podrá superar el 20% de la superficie de uso público y que los futuros edificios no podrán tener más de 12 metros.
También los legisladores instaron a que se destine superficie para una escuela secundaria y otra de jornada extendida, las dos de gestión estatal. Para que la ley quede firme faltan una audiencia pública y una segunda votación.
Durante el debate, el legislador por Unidad Ciudadana Javier Andrade preguntó sobre cuál era el apuro en votar utilidades para un lugar que recién será liberado en un año. “La ejecución de la ley y las licitaciones que implicará tardan. Tenemos la preocupación de que cuando el mercado cierre esas tierras estén sin funciones”, le explicó a Clarín la legisladora de Vamos Juntos Victoria Roldán Méndez, presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano.
El mercado nació en 1901, cuando la zona era “las afueras de la Ciudad”. Con el crecimiento de la población, lo fueron rodeando casas bajas, depósitos, frigoríficos, el club Nueva Chicago, Ciudad Oculta y 46 monoblock del barrio Manuel Dorrego. Parte del rechazo de los vecinos a la mudanza se debe al temor de que el predio quede vacío y sea usurpado. ■