Cumbre del G-20: por el cierre de Retiro, al fin funcionará la terminal Dellepiane
Fue inaugurada en 2017, pero casi no tiene movimiento porque las empresas de transporte se niegan a usarla.
La terminal Dellepiane, casi un parador fantasma pese que a que tiene 48 dársenas para micros, saldrá de su ostracismo por unos días. Será entre el jueves 29 a las 15 y el domingo 2 de diciembre. Es que allí se mudará la operación de Retiro, que estará cerrada por la cumbre del G20.
Aunque sea por un rato, Dellepiane, que costó 30 millones de dólares y casi no recibe micros, cumplirá con el rol para el que fue construida.
Para llegar se podrán usar las líneas de colectivos 7, 46, 50, 56, 101, 107 y 193, que llegan a la zona de Peri- to Moreno y Zuviría, en Soldati, donde está la terminal.
La parada pertenece a Terminales Terrestres Argentina S.A., empresa relacionada con el operador de Retiro, Néstor Otero, que está con prisión domiciliaria tras aparecer mencionado en la causa de los cuadernos.
La idea de construir Dellepiane fue descomprimir Retiro y también Liniers, un parador que no tiene rango de terminal pero al que llegan miles de servicios.
El objetivo era sumar una opción más cómoda para los vecinos de la zona sur de la Ciudad y el oeste del Conurbano. Otero le presentó la iniciativa en 2012 al entonces jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y dos años después la Legislatura lo aprobó. La Ciudad le cedió el predio con un contrato de leasing por 18 años, a un costo de cerca de $ 36 millones.
Su construcción de mandó dos años y finalizó en diciembre de 2016. Se inauguró el 15 de marzo del año siguiente.
Aunque un decreto del Gobierno nacional dispuso que Dellepiane absorbería hasta el 35% del total de servicios de Retiro, la operación nunca se concretó en gran volumen y se convirtió en una terminal casi fantasma.
Uno de los principales motivos es la negativa de una de la principales cámaras que agrupan a micros de larga distancia. “A Dellepiane no llegan el tren ni el subte, no hay demanda, no hay pasajeros, es difícil de acce- der y además nos costaría mucho dinero por el pago de los peajes de la autopista 25 de Mayo. También se duplicarían los costos por alquiler de boleterías y el uso de las dársenas porque ya estamos en Retiro. No es viable para nosotros y nunca fuimos consultados”, sostienen desde hace tiempo fuentes del sector.
Los operadores de la terminal sostienen que la empresa ya les aseguró a las compañías de transporte que los mayores costos serían bonificados. “La tomarían rápidamente como una opción, sobre todo los vecinos del sur o el oeste del Conurbano que viajan a la Costa”, repiten, y agregan que hay 400 plazas de estacionamiento para autos y que el Gobierno porteño ya colocó las paradas para los colectivos que deberían cambiar su recorrido para llegar a la terminal.
El G20 le dará a Dellepiane una oportunidad de “mostrarse” como opción. Retiro sigue descuidada y la licitación para renovar la concesión está frenada. Liniers hace colapsar al barrio y es insegura. Y al mismo tiempo funcionan paradas ilegales en Once, Floresta, Parque Patricios y otras zonas, de las que salen servicios sin control a todo el país y al exterior. ■